Ella no es mejor que yo

25: ¡Feliz Cumpleaños Papá!

Jueves 8 de enero de 2015.

8:00 A.M.

Desde que recibimos esta terrible noticia de que a mi papá le habían diagnosticado cáncer de hígado, nuestras vidas cambiaron notablemente. Con mi hermanita decidimos que lo mejor que podíamos hacer por él era apoyarlo hasta el final, aunque por orden del psicólogo que lo atendía debíamos evitar a toda costa que nuestro padre se deprimiera así que como hoy es su cumpleaños qué mejor que comenzar una celebración con un buen desayuno familiar. 

Hoy  papá cumplía 68 años, Laurie y yo nos levantamos temprano para empezar a preparar el desayuno, papá dormía profundamente encerrado en su dormitorio y como él tenía el sueño profundo no sospecharía ni por un instante siquiera de la sorpresa que le teníamos preparada. Primero que todo, abrimos la nevera y nos dimos cuenta de que teníamos todo lo necesario para empezar el día con una rica comida y sin olvidar que papá había hecho las compras el fin de semana anterior. En la nevera había huevos frescos, mantequilla, mermelada y mantequilla de maní para el pan, pero como a Laurie, a papá y a mi nos gusta la mantequilla de maní decidimos que ese sería el aderezo que le pondríamos al pan. En segundo lugar, había que preparar jugo de frutas es por eso que le pedí a mi hermana que exprimiera 10 naranjas que estaban en la cesta de frutas. En tercer lugar, estábamos en la duda si preparar chocolate caliente o té, y como hoy es el cumpleaños de papá decidimos que la mejor opción sería el té porque a él no le agrada tomar chocolate caliente en la mañana. Por último quedaba el aperitivo más importante, los wafles con miel, revisé en las gavetas por si quedaba masa para hacer wafles y como la suerte estaba de nuestro lado, la encontré sin tapujos. Preparadas todas las cosas, colocamos las tazas de té, los platos con las tostadas con mantequilla de maní, otros platos con wafles horneados con miel, copas con jugo de naranja y por supuesto una rosa blanca en un delgado florero para el festejado. Todo cupo perfecto en la gran bandeja que había en la cocina. Antes de que pudiéramos entrar a la habitación de papá, le pedí a Laurie que fuera a mi cuarto y sacara de mi velador mi teléfono celular mientras yo sostenía la bandeja del desayuno. Cuando regresó, le entregué la bandeja en sus manos, yo en cambio seleccioné el modo video de la cámara de mi celular e inmediatamente el momento comenzó a ser registrado. Abrí lentamente la puerta con una mano, entró mi hermana primero con la bandeja en sus manos cuidando de no tropezar con la gruesa alfombra que reposaba en los pies de la cama de papá. Ahí estaba él, roncando suavemente, cubierto hasta el pecho con la gruesa colcha blanca y con su calva cabeza apoyada en aquellas suaves almohadas. Yo lloraba de la emoción al saber que mi padre tendría el día más feliz de su vida. Cuando estuvimos a punto de despertarlo, corrí de puntillas sin soltar el celular y abrí las verdes cortinas. Luego me coloqué al costado derecho de la cama, mientras que Laurie se mantuvo al centro justo a los pies, le hice una señal para cantarle el cumpleaños feliz. Sin perder el tiempo, comenzamos a cantar a coro.

_ ¡Cumpleaños feliz, te deseamos a ti. Cumpleaños, papito, que los cumplas feliz!

Al oír nuestras voces entonando tal majestuosa canción, papá abrió rápidamente los ojos, estiró los brazos, bostezó y cuando nos vio a las dos de pie en diferentes ángulos de su cama,se sentó en su lecho y exclamó.

_ ¡Pero, qué bella sorpresa me han dado en este día! ¡Las princesas más hermosas del mundo! 

_ ¡Feliz cumpleaños, papá! - le dijimos a coro.

_ Muchas gracias, Lucy y Laurie, gracias por este lindo comienzo del día - respondió con una sonrisa.

_ Te preparamos tu desayuno favorito - le dijo Laurie depositando la bandeja en el regazo de papá.

Después nos sentamos a su lado en su lecho y él nos dio a cada una un beso en las mejillas.

_ Déjenme ver qué tenemos aquí - dijo papá carismáticamente - ¡Ah, veo que prepararon té, jugo de naranja y tostadas con mantequilla de maní! ¡Además no se olvidaron de los wafles, que tanto me gustan!