Capitulo 11.

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- ¡DETÉN EL COCHE!- Este tipo debe estar bromeando.

- Sam escu..-

- ¡QUÉ DETENGAS LA JEEP CARAJO!.- Alexander frenó y me baje casi en un salto. Estábamos en el centro de Hollywood.

Cerré la puerta de un golpe y empece a caminar lejos de él, no debe ser difícil encontrar un taxi por aquí. Escuché detrás de mi el sonido de la alarma del coche y los pasos de Alexander.

- Sam por favor escúchame- Dijo detrás de mi. Yo no paraba de caminar mientras intentaba buscar un taxi para irme a mi casa. Ya entiendo el por qué no me dijo nada por teléfono. Es un plan suicida.

- Alexander, lo que me estas pidiendo es...-

- Una locura. Lo se. Pero no te lo pediría si no fuera de vida o muerte.- Finalmente me alcanzó y me cerró el paso colocando su cuerpo de dos metros frente a mi.- Sam. solo escúchame.-

- Alex, no puedo, jamás podría hacer algo como eso. Mi vida ya es un desastre para que le meta más.-

- Te voy a decir la verdad... En Nueva York mi vida igual era un desastre y yo solo me busqué todo eso. Después que me metieran al internado cometí más errores que los que ya tenía y cuando finalmente llegué a California, supe que quería arreglar mi vida, supe que... quería ser alguien mejor.- Alexander me vio a los ojos y pude ver algo que nunca antes había visto en el, algo distinto a lo que el siempre es, tal vez, arrepentimiento. Con todo lo que había pasado en su casa y en la carretera no me pude dar cuenta de lo guapo que se veía. Tenía un pantalón negro a la medida y una camisa de manga corta blanca que resaltaba su torso trabajado. Su cabello, a pesar de todo lo que paso en la carretera seguía teniendo ese peinado "despeinado" que le quedaba tan bien, pero lo que más me llamaba la atención es que no estaba viendo a Alexander el chico malo, no era Alexander el macho mujeriego, o homofóbico. Era Alexander un chico, amable, que lo único que quería era poder afrontar las consecuencias de su pasado.- No se lo puedo pedir a nadie más, eres la persona que por el momento, siento que más puedo confiar. Piensa que me regresas el favor por salvarte el otro día cuando casi te matan jaja.- Y ahí estaba esa sonrisa.

- ¿Cuál es tu plan?.-

(...)

Al parecer a donde íbamos no era la típica bodega oscura a mitad de la carretera rodeada por camionetas negras, con muchos hombres enormes con muchas armas mortales. No. Al parecer esta solo era una pequeña sucursal, donde se encontraba el subordinado del jefe de New York. Pero a pesar de ser un subordinado, también tenía su poder lo hacía menos peligroso de lo que era.

Esta pequeña sucursal no era más que un lugar, para aclarar negocios, alguna que otra venta de "mercancía" y cuartel general de estas personas. Y no, no era una casa de seguridad a mitad del bosque o algún lugar de mala muerte, era un antro. Y no cualquier antro. Era uno de los antros más icónicos de todo Hollywood.

The Lure Nightclub. Más icónico que el teatro chino o el letrero de Hollywood. El mismo antro donde Britney fue a bailar después de haberse rapado todo el coco. El antro donde Michael Jackson iba a practicar sus extravagantes pasos de bailes. El antro donde la misma Cher había llegado a dar conciertos privados. Tu simplemente di el nombre de la estrella y hay alguna historia de ella ahí.

Después que Alexander y yo logramos pasar la famosa "lista" casi en seguida, pudimos entrar a uno de los lugares más increíbles que haya ido alguna vez. Era un salón oscuro enorme, que tenía una colorida pista de baile con un Dj a la cabeza de la habitación. En el techo había lámparas redondas que daban la ilusión de globos de fiesta. Mientras yo veía el lugar como un niño pequeño Alexander me llevó a un pasillo cerca de la barra, que tenía al fondo una puerta. Por alguna extraña razón, el pasillo aislaba toda la música que estaba en la otra habitación lo que hacía posible el poder hablar.

Bad Romance [Gay]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora