Capítulo 28.

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Nos separamos poco a poco del beso, disfrutando cada segundo del momento. Los dos juntamos nuestras frentes y nos quedamos quietos, intentando recuperar el aliento, y sin darnos cuenta, éramos felices. Estábamos viviendo lo que, al parecer ambos, queríamos desde hace mucho.

- Feliz Navidad Sam.- Dijo él en un susurro rompiendo el silencio.

- Feliz Navidad Alex.- Todo parecía ir perfecto, incluso después de eso empezaron a lanzar fuegos artificiales y nos pudimos acercar a un balcón cercano a donde estábamos para verlos, juntos.- ¿Qué no los fuegos artificiales son en Año Nuevo?.- Me he dado cuenta que Jonas, el diseñador francés, adoraba hacer estos eventos lo más extravagantes posibles, y solo he ido a dos. No me quiero imaginar lo que hace en su cumpleaños.

- Tómalo como un regalo, algo lindo que ver. Tu puedes ver los fuegos artificiales, y yo te puedo ver a ti.- No pude evitar sonreír y acercarme a darle lentamente un beso.

- Oye hablando de regalos...¿Entonces tu regalo era una máscara con diamantes en ella?.- Aún seguíamos viendo los fuegos artificiales abrazados. El frío del lago congelado desaparecía por el abrazo de Alex, pero si no miento, todos mis problemas parecían desaparecer en sus brazos.

-Es más profundo que material, quise verme muy macho y sentimental, y dije: Le regalaré la verdad, sobre lo que siento y sobre lo que pasó. Aunque ahora que lo recuerdo, no entiendo el por que dijiste lo de Zack...- Y como en otras muchas veces, el teléfono de Alexander sonó y cuando lo sacó de su bolsillo no fue sorpresa el ver quién lo buscaba. Maximiliano. Definitivamente la peor forma para matar un momento romántico; que a tu cita, le marque su novio.

Me aleje de Alexander como si quemará al tacto, y ya lejos de él mientras lo veía contestar la llamada de Max, la realidad me cayó como una cubeta de agua fría: Alexander tiene novio, el cual esta a una hora de aquí. Y yo vengo con mi novio quién... esta a unos metros, en la misma fiesta.

-¿Si? De acuerdo. Te veo allá en una hora. Claro. Igualmente- Era la primera vez que Alexander terminaba una llamada tan rápido con Max, pero aún así, no le quita el peso a los hechos.

- ¿Te vas eh? Creo que también me debo ir, pero fue bueno verte. Debo buscar a Zack, pero podemos vernos en California y tal vez ir pos un café o ir a...- Vi como Alexander sonrió, rodó los ojos y antes que pudiera seguir con todas las tonterías que estaba diciendo me volvió a besar.

- Me encantas.- Solo me quedé callado pensando en todo lo que estaba pasando, esto aún seguía estando mal.

- Alex... no podemos hacerles eso, ellos nos quieren.-

- Lo se, pero cuando dije que iba a luchar por ti, no me refería a un par de besos y un café a escondidas en Santa Mónica. En serio quiero estar contigo.- Dijo y me tomó de la mano.

- ¿Entonces esto que significa? ¿Qué hacemos?.-

- Tengo un plan. Podemos escaparnos... casarnos... nadie lo sabrá...- No podía creer lo que decía. ¿Casarnos? Sería algo increíble...- JAJAJA solo bromeo Sam, ¿puedes imaginarte a nosotros casándonos?.- increíblemente loco. Pfff. Claro, jamás.

- Ya Alexander. ¿Qué hacemos?.-

- ¿Qué te parece el primero terminar nuestras relaciones actuales?.-

- Yo llevo un par de meses conociendo con Zack, tu llevas años de conocer a Max. ¿Seguro que puedes hacerlo?.- Por un instante la mirada de Alex cambió a una preocupación, pero la quitó con la misma velocidad.

- Tu déjame eso a mi.-

- Bien, ¿pero terminamos con ellos y luego?.-

- Después que seamos solteros, quiero hacer las cosas contigo bien, te veo mañana en la entrada del Empire State, te daré el mejor tour de New York, y eso por que te lo va a dar un neoyorquino y... tener una cita.-

Bad Romance [Gay]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora