Capítulo 41.

10.1K 466 58
                                    

Sam

Antes de Zack, jamás había tenido un novio. Había estado en dos relaciones con niñas que estoy seguro jamás me hubiera atrevido a besar si no hubiera sido por la presión de mi mamá por tener novia. No tenía amigos gays con los que pudiera darme una idea sobre las relaciones. La única referencia a una relación homosexual era cierta novela española de finales de los 90's que veía a escondidas en mi iPod. Con Zack definitivamente no tuve el mejor ejemplo de relación, pero aprendí un par de cosas importantes, como el que primero debo amarme a mi mismo para poder amar a alguien más, y el ser honesto con lo que siento.

Con Alex me pasaba algo muy curioso. Había días que eran aventuras increíbles junto a la mejor persona que haya conocido. Podíamos ir de compras al súper mercado y aún así siempre salíamos muertos de risa por cualquier tontería. Alex convertía cualquier día ordinario en extraordinario. También había días en los que todo era muy romántico, muy lento, como si el mundo girará en torno a nosotros, cada mirada, cada sonrisa, todo parecía escrito de un cuento de hadas. Pero nadie tiene la vida perfecta, y nosotros no éramos la excepción. 

Con el problema de Max y la directora de la Academia, el supervisor de Alexander del reformatorio tuvo que contactar a sus papás para advertirles que Alexander sigue estando en constante observación y que podría ir a la cárcel si volviera a tener problemas con la policía local. Esto por supuesto hizo que los señores Rollerside volvieran de su viaje repentinamente a cuidar a su hijo de casi 20 años. Tuvimos que empezar a cuidarnos en nuestras salidas, tuvimos que cuidar quién nos veía cuando íbamos a la playa, o a comer, ya que a pesar de que no somos famosos, no podemos darnos el lujo que alguien que conozca a la familia Rollerside y les diga algo sobre nosotros.

Había días en los que Alex se ponía un poco más paranoico de lo normal, y había otros en los que era más relajado. El día que nos reunimos con nuestros amigos después de que acompañará a Damian por su vestido de graduación, Pablo hizo un comentario que por alguna razón enojó a Alexander.

-Se me hace muy gracioso, la primera vez que te vi me dabas hasta miedo, pero el verte con Max era como ver un león domado, sabía que estaba a salvo pero seguía con miedo, pero ahora que estás con Sam eres más como un gatito, hermano jajaja.-

- Qué estúpido eres. - Bufó y se paró de la mesa casi aventando la silla.

Después me explicó que fue más el comentario de Max lo que le enojó, pero sé que por el hogar en el que creció es difícil mostrarse sensible frente a los demás. Tuve que aprender a las malas que su familia no es cómo lo muestran en las grandes revistas de la alta sociedad. Ya había tenido una muestra de su familia la noche que fuimos a Hollywood, pero jamás imagine de la gravedad de la situación.

Alexa había estado muy estresado por cierta fiesta que iba a haber en su casa por el aniversario de la empresa de su padre. Toda la semana había estado evitando el tema, a pesar de que ya me había invitado, y un día antes no me había confirmado nada.

-Oye guapetón, no quiero ser intenso, pero tengo que ir a buscar el outfit de mañana y no me has dicho la etiqueta, o a que hora debo llegar o algo en realidad. – Estábamos saliendo de su practica, nos habíamos hecho de una costumbre de ir a romper su dieta al menos un día a la semana después de su entrenamiento más pesado de la semana.

-Sam, tengo que decirte algo, y espero no te enojes, por favor. - Había pocas veces en las que Alexander me volvía a confundir en sus sentimientos, desde que nos habíamos hecho novios era muy transparente conmigo, pero esta vez no podía distinguir si eran miedo o era tristeza, o una combinación terrible de ambas. – Mi papá quiere que lleve a mi novia con la que he estado gastando y saliendo tanto. - Y a pesar de que me sorprendió lo de la novia. ¿Gastado? Sin problema yo pagaría la cuenta de nuestras salidas, pero él jovencito Rollerside insiste en pagar. – Se que ya te había dicho que fuéramos juntos, y aún quiero que vayas, solo que el idiota de mi progenitor insiste en querer que la prensa me vea con mi novia y que sepan el nuevo rostro de la empresa va por "buenos pasos". - Verdaderamente era un espectáculo ver a un hombre que me saca al menos dos cabezas, casi rogarme por mi perdón como si fuera una bomba de tiempo.

Bad Romance [Gay]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora