Capítulo 31.

12.5K 659 68
                                    

Sam

El haber estado platicando con Luisa me hizo emocionarme cada vez más y más sobre la oportunidad que tenía de lograr esto. No era un sueño ni tampoco era algo imposible, en serio tenía un chance y me iba a morir en la raya intentándolo.

Aquí lo único que llegaba ser un problema era Zack, pero mientras se creyera la mentira que había estado pensando todo el camino de regreso a casa no hay nada que temer.

Mientras me iba acercando a la entrada de la casa mi corazón se iba acelerando cada vez más y más, estaba seguro que me iba a dar un maldito ataque al corazón si no me tranquilizaba. Metí las llaves en el cerrojo poco a poco, como si estuviera entrando a un lugar prohibido, la casa estaba oscura las persianas estaban cerradas dándole un aspecto de cueva macabra al lugar, esto solo pasaba en las épocas de exámenes, de Zack, decía que lo ayudaba a concentrarse.

- ¿Zack?- Lo llamé pero no tuve respuesta alguna, tal vez aún seguía en la universidad. Dejé mi mochila en el sofá y me dispuse a esperarlo, pero sin aviso alguno, al voltearme sentí como una mano me estrujaba el cuello cortándome la respiración. Era él.

- ¿Dónde putas estabas?-

(...)

No había podido dormir toda la noche. Se había enojado muchísimo por mi falta de comunicación, o bueno al menos así le dice él a el que no le avise a cada segundo donde me encuentro. Lo único que valió todo lo que pasó anoche, es que no tuvo problema en que fuera a estar en asesoría de francés por un tiempo, todo mientras le dijera quién me iba a estar a asesorando, dónde y que días, sin miedo alguno le dije el nombre de Luisa, su dirección y todo, si le llegase a preguntar, Luisa ya sabe que decirle. Es el plan perfecto. Solo debo llevarlo tranquilo, hoy tendría mi primer clase de cuatro a ocho de la noche y todo va a salir perfecto.

Alexander

"Mi amorcito precioso, ya tengo nuestros outfit de la presentación. Uy el color morado se te va a ver increíble. Tu tranquilo es súper macho y solo bailo un poco en la presentación, lo mantuve discreto como me pediste. xo"

Mi día no pudo empezar peor, en dos días son las audiciones, voy a ser el hazme-reír de toda la Academia si no es que de California y de paso Max va a evidenciar que somos algo.

Después de bañarme baje rápido a tomar el desayuno porque para darle un toque más a mi día, se me estaba haciendo ya muy tarde. Mis papás no estaban en la casa, y tenía que al menos darle su beso de despedida a Isa. Su día no es lo mismo sin su beso de despedida.

- ¿Lista princesa?.- Ya la mucama la había vestido y dado d desayunar, no le gustaba que mis papás se fueran pero no nos quedaba otra, e ahí comemos y eran los papás que nos habían tocado.

- Pero... ¿y mami? ¿Mi besito? todo va ser feo hoy.- Dijo en un apagado bostezo.

- Venga, olvídate de eso, que hoy te va a ir increíble.- Me hinqué a su altura para poder verla a los ojos.

- No quiero que tu me des besito...-

- ¿Por qué si hoy si me lavé los dientes?.- Aunque fuera mucha broma para sacarle una sonrisa a la niña, si me había sorprendido.

- No me gustan los besitos de gente triste.-

- ¿De qué hablas?.-

- Estas triste por que ya no viene mi mejor amigo a la casa, bueno tu mejor amigo, el bonito, el que si te hace sonreír.-Hablaba de Sam. - Me dijeron que ni siquiera le das mis invitaciones al té y que por eso quieres que ponga el nombre del otro niño, pero él es raro y no quiero invitarlo, yo solo quiero a mi amigo, y tu no lo quieres invitar, y... no se vale Alexito- Se fue corriendo lejos de mi y se metió a la camioneta que rápido antes que pudiera decir algo ya había arrancado.

Bad Romance [Gay]Where stories live. Discover now