Capítulo 2. "La Prima Vera".

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  • Dedicado a Elena Lopez
                                    

Capítulo 2. “La Prima Vera”.

Qué alegría me da llegar a “La Prima Vera”, el café-restaurante de mi amiga Vera, después de una noche de trabajo tan dura y rara y desconcertante... Echo mano al bolsillo dónde he guardado el móvil, en primer lugar, siento alivio, ese hombre parecía un tanto desesperado por recuperarlo, por otro lado, es un completo desconocido y sin embargo cuando recuerdo su voz, grave y varonil, un impulso eléctrico hace que se me ponga todo el vello de punta. “Qué tontería, ¡si no sé ni cómo es!”- me reprocho con una amplia sonrisa, en el fondo, ¡me va la marcha!

Nada más llegar a la cafetería pido lo de siempre y cojo el periódico, me siento en la primera mesa, la que está junto al gran ventanal, me encanta que me bañe la luz de la mañana, parece que te acaricie con su calidez... De golpe viene la imagen del modelo italiano de ropa de baño, Piero Black, a la cabeza. Nunca imaginé que hacerle el favor a mi amiga Ruth, la camarera de piso, de subir una almohada a una suite a media noche, me pudiera aportar tanto, tanto, tanto placer... Sí, debió ser por estas fechas, hace como un año… Aún recuerdo cómo me dió los buenos días, después de una noche inolvidable, a cuatro patas en el chaise longue Dumas de piel blanca que había bajo los ventanales justo cuando los primeros rayos solares del amanecer, acariciaban nuestros cuerpos sudorosos y desnudos…

Un “¿Lo va a leer?” señalando al periódico, bastante seco me saca de mis recuerdos. Asiento sin levantar la vista. “No sé por qué sigo cogiendo el periódico de papel cuando puedo usar la Tablet con la wiffi de la cafetería y puedo consultar 10 periódicos distintos a la vez, comparativas, titulares más relevantes, lo más visto y comentado en la red, lo más re-twitteado… y un largo etcétera.  En el fondo creo que soy una sentimental de las que piensa que el papel nunca falla… Asiento y abro el periódico con su característico olor a tinta. Siempre empiezo por el final, me parece mucho mejor  ir descubriendo las pequeñas cosas interesantes, dejando para el final las inútiles noticias sobre cómo unos cuantos peces gordos juegan a manejar nuestros hilos. De todas formas, el conocer ese tipo de noticias totalmente politizadas, diseñadas y preseleccionadas no me va a aportar nada nuevo y mucho menos, positivo.

Aún recuerdo el primer día que empecé a venir a esta cafetería, hace más de diez años, aun no conocía a Vera, la dueña, ni sabía que este sitio se convertiría en una extensión de mi propia casa, y Vera en mi segunda madre, bueno, y desde hace un tiempo a esta parte, en la primera porque mi madre había fallecido haría unos 4 años. El sentimiento de sentirme protegida me amparó nada más cruzar la puerta, aquella madrugada que tanto lloré… Sin la ayuda de mi  hermana-madre-amiga Vera, no sé dónde estaría ahora mismo, sinceramente.

La noticia de contraportada de aquel 2002 en que pisé por primera vez “La Prima Vera”, que me impacto sobremanera fue la siguiente. En titulares encontré “Jennifer López tiene un apetito sexual insaciable”. Me quedé perpleja. “¿Cómo todas, no?” – pensé.  La noticia contaba en un tono morboso de total desaprobación y como si fuera una rareza, que había pactado con su, entonces, novio Ben Affleck, 4 encuentros sexuales semanales en su contrato prematrimonial. ¡¡¡Pero por todos los dioses, si a ese muchacho se le tendría caer la cara de vergüenza de que su prometida, la nombrada por aquel entonces, mujer más sexy del mundo, se lo tuviera que pedir por contrato!!! Tanto musculito, tanta abdominal, tanta tableta, tanta pose, tanto Armageddon-I don’t wanna miss a thing, y a la hora de la verdad, un “rascón” en los huevos y a roncar como todos, que pena... “Querida J.L. (2 puntos) si me permites un consejo “Huye!!! Date prisa!!! Go, go, go!!!” Bajo presión, a la mayoría, por no decir a todos, se les esconde como un caracol cuando entra en su concha y ya no hay manera de que salga, pero créeme que te entiendo, tal y como está el patio, ¿a ver que buscas? Ojalá te funcione lo del contrato prematrimonial aunque sinceramente,  yo estaré por aquí buscándome la vida y esperando a ver cuánto os dura el mal llamado y demasiado sobrevalorado amor. Un beso” Y ya ves, el tiempo me ha dado la razón.

Termino el café. Recojo todo y lo dejo en la barra junto con el newspaper. Lou, el camarero, un chico joven, un poco pajizo y ojeroso, gaditano, de unos 25 o 26 años, demasiado infantil para su edad, aunque con un físico bastante aceptable, y cuando digo aceptable, lo digo en todos los sentidos, ya me entendéis… Aunque lleve tiempo alejado del mar y su piel esté empezando a blanquearse por la vida nocturna, tiene ese brillo típico del broceado y las características mechas rubias de los surferos, por no hablar del tatuaje tribal hawaiano con formas de olas y tortugas que lleva rodeándole el antebrazo, es un chaval, cuando menos muy atractivo. Y esa timidez casi patológica, lo hace muy irresisteble, aunque en la intimidad sea todo lo contrario... Siempre cuando salgo del bar se hace el entretenido, a ver si le digo algo.

-         - ¡Ciao, Lou, te veo mañana! – digo mientras levanto la mano y me giro con una pícara sonrisa hacia la puerta.

-          - ¡Hahta mañana, Eri! – Dice levantando la cabeza - ¿Pa’ que te molestas en traer ná a la barra? Zi pa ezo ya ehtoy yo, shosho! - Contesta copiando mi gesto, con esa media sonrisa de bobalicón sin remedio...

Siempre me pregunto si alguna vez pensará en el desastre que armamos aquella navidad, hace un par de años, cuando follamos en el almacén y se caían todas las latas de guisantes a suelo. Desde entonces las raciones de albóndigas y de carne en salsa con guisantes de Toñi no han sido lo mismo… ¡Y si no, que le pregunten a mis amigas, incluso a Vera! Que se inventó que había habido un terremoto la noche de nochebuena para que Toñi, no pusiera el grito en el cielo, aunque yo creo que nunca se lo creyó del todo.  Por mi parte, no puedo evitar irme de la cafetería partiéndome de la risa…

Continuará…

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Soy adicta al sexo Wattys 2014Donde viven las historias. Descúbrelo ahora