Capítulo 13.

19.9K 973 32
                                    

13. Sombras de Abbie y Harry. 

Harry no hacía más que mirarme con gesto de preocupación. Mi postura no había cambiado, y él estaba incorporado hacia mí.

—¿Quieres contármelo? – Preguntó.

Tragué saliva y le miré. Mis ojos estaban empezando a dejar salir de ellos las lágrimas.

—Solo lo sabe Sharon, Harry. – Dije.

El chico frunció más el ceño.

—No te obligaré a contarme nada que no quieras. Ya sabes que no soy la persona idónea para obligarte a hacerlo. – Susurró.

Pestañeé. Harry me acababa de tranquilizar. Quizás merecía una explicación después de lo que acababa de pasar.

—Es una larga historia. – Musité.

—Tenemos toda la noche.

Harry tragó saliva preparándose para mi confesión.

—Ryan iba conmigo a clases de francés. Él siempre llamaba la atención a todas las chicas. Era mayor que yo, dos años. Me sentí la chica más afortunada del mundo cuando nos mandaron hacer un trabajo, juntos. Empezamos a quedar para eso, y terminamos quedando porque nos gustábamos, o al menos eso me decía él. Estaba tan entusiasmada que acepté sin dudar cuando él me pidió salir, sin embargo, me rogó llevar la relación en secreto, al menos hasta que llevásemos más tiempo. Con lo cual, yo solo les contaba a mis amigas que estaba con un chico, pero ellas no sabían de quién se trataba. Sólo Sharon.

Paré un segundo, necesitaba recobrar aire. Esto no estaba siendo nada fácil para mí.

—Tan solo llevábamos dos semanas cuando me invitó a su casa, pues estaba solo y "quería pasar un poco de tiempo conmigo". Obviamente fui encantada, dando lo inocente que se es cuando tienes catorce o quince años. La cosa se nos fue de las manos cuando me encontré semidesnuda en su cama. Sus ojos azules me transmitían tranquilidad, por eso no me alarmé.

Mis ojos se inundaban, bajo la atenta y consternada mirada de Harry.

—Pero me negué a dar ese paso tan arriesgado con él. No estaba enamorada y no quería que pasase. Sin embargo, él insistió. Su frase clave fue: "También es mi primera vez, igual que la tuya.­" Ahí fue cuando reaccioné. No era su primera vez, era algo que yo ya sabía. Fue cuando me negué del todo a hacer eso, pues aparte de verme demasiado pequeña como para hacer algo de mayores, acababa de descubrir que él me mentía. Pero a Ryan eso no le sirvió, y me forzó. Aún recuerdo mis gritos rogándole que no lo hiciese, o mi llanto. Pero nada me servía, nadie me oía. Me arrebató una cosa mía muy a mi pesar. Jamás le perdonaré, pero tampoco me lo perdonaré a mí.

Mis lágrimas resbalaban cada vez más deprisa. Necesitaba tomar aire cada menos tiempo, y mi corazón iba a mil por hora. Odiaba recordar esto.

—Me sentía completamente hundida. Me tiré semanas sin ir a las clases que compartía con él porque no quería verle. Le odiaba, y le odio. Me han gustado chicos, pero jamás me atreví a dar ese paso con nadie más, me afectó demasiado. Sharon siempre me anima, pero me es imposible pensar en hacer algo así con alguien de nuevo, porque tengo miedo.

El chico de nuevo me miraba. Cada vez se consternaba más, y parecía no saber cómo reaccionar.

—Desde entonces no he vuelto a tener ninguna relación seria con nadie más. Salvo los típicos besos, o simples atracciones. Soy fría como el hielo, Harry, y es por eso.

—Yo jamás te haría daño, Abbie. – Decidió a decirme, con el tono de voz rasgado, mostrándose afectado.

Tragué saliva y limpié las lágrimas que habían estado cayendo mientras le contaba a Harry lo sucedido.

WHISPERSWhere stories live. Discover now