El rey árabe [Z.M.]

Epilogo

La vida muchas veces no es como uno quiere, pues el tiempo avanza y no perdona a nadie, se lleva a los que más queremos y todo eso natural, es parte de la vida pues nadie es eterno, y si la vida no es fácil, lloramos, nos decepcionamos y miles de cosas más, pero... el destino siempre tiene guardadas sorpresas, claro está que eso siempre va a tener un precio... hay que actuar bien para poder ser recompensado, y no un actuar fingido... pues tiene que ser algo de corazón algo que te nazca. Realmente me siento agradecida, miro a los chicos y a mi esposo y me lleno de regocijo, somos una familia común y corriente, tenemos nuestras discusiones y todo eso, como todo el mundo, uno a veces es terco, en otras veces se tiene la razón y así.

— ¡gacela date prisa!—grita zayn desde abajo.

— ¡ya voy!—contesto.

Salgo del cuarto y bajo rápido las escaleras, ahí está el esperando... hoy es nuestro día libre, el día en que nos escapamos de casa y una niñera cuida a los niños. El abre corriendo la puerta y salimos, subimos al auto y vamos de camino hacia la playa... estoy de vuelta en mi casa. Con el pasar de una hora llegamos a nuestro destino. Salimos del auto y entramos al sendero que lleva hacia el mirador, un acantilado de donde se puede ver la ciudad y miles de cosas más. Con el lapso de unos minutos llegamos, la brisa alborota mi cabello y el sol quema un poco nuestra piel.

— ¿entonces rey zayn que hacemos acá?—pregunto.

— Pues... vine a decir algo, así como dices tú a los cuatro vientos—responde.

El aclara su garganta, me mira y luego abre sus labios:

— ¡TE AMO LAUREN SMITH Y QUE TODO EL MUNDO LO SEPA!—dice, y el eco hace su típico efecto.

Me sorprendo y emociono al mismo tiempo, decido imitarlo y también me preparo para gritar a los cuatro vientos mi amor por él.

— ¡TE AMO ZAYN MALIK Y QUE TODO EL MUNDO SE ENTERE!

Empezamos a reír y a darnos besos.

— Siempre serás lo mejor de mi vida—susurra

— Eres mi complemento—le digo.

Y aquí termina la historia de dos almas que estaban destinadas a estar juntas desde el día que abrieron los ojos y contemplara al mundo. Aquel joven e inexperto muchacho y ella con su voz impregnada de alegría... de culturas totalmente opuesta, pero de almas gemelas.

He ahí la historia del rey árabe: grande ante el pueblo pero débil ante los encantos de una mujer latina.

Su destino estaba escrito.

وقد حسم مصيره.