El rey árabe [Z.M.]

capítulo 14

14

Temprano recorriendo el palacio detrás de Yasser mientras corría de un lado para otro, había más guardias de lo normal y otros hombres vestidos de azul turquí. No comprendo la situación. Agarro a Yasser y lo tomo entre mis brazos. Todo el bullicio viene de la parte de atrás, por donde normalmente entrar los camiones a dejar cosas en la bodega. Sinceramente la persona que no es chismosa o curiosa se pierde de muchos detalles, además... yo también vivo en este palacio. Me asomo al parqueadero y ahí esta Zayn. Esta vestido de traje y tiene un agal puesto. Habla en árabe y firma unos cuantos papeles. Se da cuenta de mi presencia y me brinda una sonrisa. Devuelvo el gesto y camino hasta donde él se encuentra.

— ¿has comprado otro caballo?—pregunto con algo de emoción... creo que se me había pegado su afición a los caballos.

— Hmmm... no. Nada de eso mi bella gacela—dice algo inseguro.

Alzo las cejas y le brindo una sonrisa pícara.

— Espero que esto no ha de provocar tu furia—susurra.

— Emmm... normal, ya aja...

— ¿Qué te cosa te puedes imaginar que he adquirido?—interroga.

— No sé, un auto, un pequeño monorriel, una cuatrimoto—indago.

Un pequeño rugido se escucha. Y del camión que hay en la entrada de la bodega bajan una caja de tamaño mediano.

— Espérame unos segundos gacela—dice.

Él se acerca hasta la caja y dos soldados la abren. La sonrisa de Zayn es tan grande como la de un niño en navidad que recibe regalos. Mete las manos en la caja... y mis ojos no creen lo que ven: ¡UN CACHORRO DE TIGRE! Luce emocionado... es que parece que estuviera viendo a Axel cuando ve algún dulce o le compramos algo... los mismo gestos y actitudes. Yasser simplemente aplaude y balbucea palabras.

— Gatito mami, es un gatito, un lindo gatito—dice el bebe.

Empiezo a reír... un lindo gatito que con un solo golpe te podría matar...

Se acerca hasta nosotros con emoción, mientras sostiene al pequeño tigre en las manos y juguetea.

— ¡mira gacela!—dice con emoción.

— ¡¿Compraste un tigre?!—digo.

— Bueno no lo compre... he participado en algunas obras de caridad, y quería ofrecerme como voluntario para ayudar—cuenta y luego prosigue: — rescataron a este pequeño de unos cazadores furtivos. No tenían los medios para cuidarlo y ofrecerle comodidad. No pude evitarlo... sería una mala persona si no lo acogiese... es tan inocente. Ha quedado huérfano y de estar en la intemperie podría morir.

Le brindo una sonrisa tierna. No lo puedo evitar, es tan él... tan caritativo, tan dulce. Es el Zayn del que me enamore años atrás.

— Solo estará cuatro meses con nosotros, luego regresara a la India a vivir en una reserva—explica.

— Ay amor—digo— en definitiva tú tienes el cielo ganado. Ala tu Dios debe estar muy orgulloso de ti.

El me brinda una sonrisa y vuelve a jugar con el cachorro.

— Gatito—dice Yasser con emoción.

— Amor... ya alguien le ha cogido cariño—hago referencia a Yasser.

— Hmmm el cachorro solo tienes un mes... Yasser podrá jugar una que otra vez, pero solo en compañía de nosotros. Hay que tener presente que sigue siendo un animal salvaje, y por lo tanto su instinto no desaparece, se guía por los sentidos y no por la razón.