El rey árabe [Z.M.]

capítulo 23

Una llamada entra a mi teléfono. Miro la pantalla y es safa, la hermana menor de zayn. Temerosa de lo que ella me pueda contar, decido contestar.

— Lauren—susurra, suena calmada.

— Hola safa—contesto en su mismo tono.

— Sé que esto te puede sonar extraño... pero necesito que vengas de inmediato, es acerca de zayn.

Mi corazón empieza a latir con fuerza, me imagino miles de cosas en un segundo, siento que me va a dar algo.

— ¿QUÉ LE PASO?—pregunto, el tono de preocupación es perceptible de una.

— Hay alguien que vino acá al palacio, quiere verlo... pero ya sabes el resto de la historia, y dijo que si no podía hablar con zayn... tenía que hablar contigo, insistí que me contara... pero se negó.

Dudo por unos segundo, tengo miedo con lo que me pueda encontrar... no soy tan valiente como zayn lo ha dicho muchas veces.

— No me siento segura, no lo tomes a mal—digo.

— Pero Lauren... sé que no es fácil, pero creo que en gran parte la vida de zayn depende de ti... y si tu o estas, él... no lo quiero ni pensar

La voz me pende de un hilo.

— Iré... pero no creo que pueda ayudar de mucho.

Después de un incesante papeleo y arreglos para que el avión del palacio aterrizara: me encuentro en camino hacia arabia saudita. Miro por la ventanilla del avión, esto me hacer recordar la vez que Trisha me vino a buscar por Zayn quería matar a Mohamed... esa vez yo podía verlo, podía sentirlo y decirle miles de cosas y estrecharlo entre mis brazos... ahora no puedo, no tengo ni la más mínima idea de donde esta... o si está vivo. Las horas pasa mientras que el avión sigue su curso... yo en lo único que puedo pensar es en aquella persona que está por decirme algo, en lo que quizás pueda ayudar o pueda que sea un simple mito.

Las llantas del avión tocan el suelo árabe. Cuando estoy lista para bajar ahí esta safa esperándome, tiene una gran sonrisa en su rostro, no se ve angustiada o quizás no me quiera preocupar... bueno quien sabe. Desciendo por las escaleras hasta donde esta ella, me recibe con un abrazo y me da un beso en la mejilla. Subimos a uno de los autos y durante todo el camino solo contamos cosas cotidianas, acerca de los niños, el nuevo bebe y cosas así, lo normal. Llegaos al palacio, saco mi pequeña maleta del carro y seguimos hasta la escalera en espiral. Subimos a paso lento, el ascensor aún no está listo, de todos modos no han pasado muchos días desde que me fui. Llegamos hasta el cuarto principal, que ahora es de zayn y yo.

— Es importante que estés aquí... porque, hay una profecía y todo va en cabeza de zayn, suena loco y todo lo que quieras pero es así—explica.

Ella suena un poco alegre y me confunde.

— Ujum...

— El día que el nació marco un nuevo hito en la historia de arabia, se sabía que estaba destinado para algo grande, algo que podría salvar al pueblo.

Le tiro un poco de cabeza al asunto, todo empieza a encajar.

— ¿Qué más sabes acerca de eso?—pregunto.

— La anciana no me quiso contar más nada, solo eso. Ella se encuentra abajo en uno de los balcones, en el que está en el centro, se encuentra tomando te.

— Iré a hablar con ella.

Salgo del cuarto y bajo las larguísimas escaleras, yo creo que a uno se le ponen las piernas duras de tanto subir y bajar. Lleva más de tres minutos encontrar el bendito balcón del centro, y de espaldas esta aquella anciana que puede ver el futuro, la que vive a las afueras del pueblo, esta vieja no se cansa.