Mi Vecino es un ángel (Romántica y Perver).- Justin Bieber & Tú.

Capítulo 41: El Encuentro

Narra ______:

Miraba a cada sabio y viejo rostro del Consejo De Ángeles, estábamos en una sala de reuniones bastante amplia una mesa larga en la que más de 40 personas podrían caber. Empezamos a aportar ideas de como armar una excusa de poder sacar a todos los guardias del castillo y llevarlos a cierta área en la que ellos planearían la distracción, mientras que nosotros penetrábamos en el castillo de Abaddon.

- Tengo una idea.- dijo el de barba blanca y larga.- Primero que nada ¿Alguien tiene alguna carta de Adramelech firmado por él? -Hubo un momento de silencio y luego tres de ellos hicieron aparecer cartas “autografiadas” por él.- Podemos hacer un engaño, escribir una carta que tenga la firma de Adramelech e ir y empezar a discutir.

- Eso es muy poco tiempo, necesitamos algo más elaborado.- persistió uno completamente calvo.

- ¿Alguna vez existieron Dragones? – todos me miraron estupefactos, incómoda alejé mi mirada de ellos y miré a la mesa iba a abrir la boca, pero luego me interrumpieron.

- Es una excelente idea – exclamó una mujer con lentes.- Antiguamente estos traían destrucción en la tierra de los humanos, en la nuestra y en la de los demonios.

- ¿Alguna otra idea? – contestó uno completamente calvo, al parecer no estaba muy de acuerdo con mi idea.

- Pero, podría resultar…

- Oh, por favor, mírate eres una niña, nosotros ya somos adultos maduros, sólo nos sirves porque eres la elegida, pero eso no te da una opinión superior.- dijo el mismo al que no le agradó mi idea, esto me puso furiosa.

- Un adulto maduro escucha las opiniones de los demás, ¿O me equivoco? – Cerró la boca y miró hacia otro lado.- Tengo un par de ideas que pueden hacer que la mía se vuelva verdaderamente un caos en el mundo de los demonios.

- Es mejor que te vayas a dormir, luego hablaremos de esto.- contestó otra mujer, y decidí hacerle caso de inmediato.

Aquí voy Justin aguanta por mí.

Narra Justin:

Espontáneamente aparecí en el cielo, vestido de blanco. Miré a mi alrededor, sólo nubes. Suspiré me había quedado unos segundos quieto contemplando el espacio, hasta que una sombra se reflejó hasta hacerse una persona. Era mi _______.

- ¡________!  -Ella levantó la vista de inmediato y noté que sus piernas flaqueaban, era como si no lo pudiera creer, corrí hacia donde estaba y no dudé en darle un tierno beso. Dios que bien se sentía esto, poder tocarla una vez más- la última vez.

- Justin… Justin… Justin.- lloraba en mi pecho como si no lo pudiera creer.- ¿Es esto un sueño? – Le sonreí.

- Estoy hablándote desde tus sueños, pero en efecto es real.- Noté decepción en su rostro como si desearía que no fuera completamente una fantasía. Luego ella me besó.

Me sentía literalmente en el cielo, aunque ya lo estaba.

- Escucha, necesito decirte algo importante.- le dije entre besos entrecortados, me miró atenta.- Te amo, nunca te dejaré sola, eres mi todo _____, siempre lo fuiste y siempre lo serás, no me olvides jamás.- Le noté brillo en sus ojos.

- Ya verás, luego de que sea la guerra y saquemos a todos nuestros amigos, a mi padre y a ti de Abaddon, todo será un felices para siempre, te lo puedo prometer.- se me partió el corazón.

- ¿Saquemos? ¿Hay Alguien más involucrado en esto?

- El Consejo De Ángeles, Justin, he recuperado mis alas.- le toqué la mejilla con mi mano, es tan hermosa y bella.