Capítulo 34: Recovery

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Rápidamente empezábamos a seguir a Kim, casi la perdía de vista. Había demasiada gente en el lugar, teníamos que pasar apretados. Sin embargo la gente comenzó a esparcirse por el lugar dejando un mejor espacio para caminar. Todo el ambiente de trabajo que había, estaba convirtiéndose en olor a sudor, gemidos, golpes.

-Bienvenidos al área de entrenamiento.- dijo Kim, señalando el lugar. Ambos abrimos los ojos como platos, era enorme. Miramos a nuestro alrededor, había personas haciendo boxeo, otras haciendo karate. ¡Incluso hasta niños! – Bueno, ¿cuál es su especialidad? – ¿A qué se refiere con eso? – Quiero decir a que saben hacer, ¿pelear?

- Me gusta el arco.- dijo Justin algo confuso, ella me queda mirando esperando una respuesta. La verdad ¿Para qué soy buena? Simplemente no sé pelear, tampoco sé lanzar cosas. No sirvo para nada.

-No soy buena para nada.- dicho esto me sonrojé.

- Creo que tengo el objeto perfecto para ti.- Kim dio un ligero respingo y se fue corriendo, miré de reojo a Justin, que estaba igual que yo. Hubo un silencio un tanto incómodo, yo solo me limité a esperarla. Veía que ella corría y le preguntaba a gente, lo buscaba ansiosa. Me daba algo de risa.

- ¿Desde cuándo que sabes ocupar el arco?- pregunté curiosa.

- No lo sé, sólo… se me vino a la mente.- me dedicó una de sus sonrisas. Nos quedamos mirando unos instantes. De a poco nos íbamos acercando, respiraba su aire. Dios, este momento era perfecto, no puedo describirlo.

- ¡AQUÍ LOS TENGO!  … ¿interrumpo algo? – coloca sus manos en sus caderas y nos mira coquetos. Nos apartamos lentamente, sin dejar de mirarnos. Realmente estábamos enamorados. Lo amo profundamente.- Smith, esto es tuyo.- me pasa una espada algo pesada, contiene un pequeño diamante en el centro del mango, es brillante, nueva.- Justin, ten.- le pasa un arco con un carcaj con varias flechas.- Deben ir a practicar.- Diviso que cada lugar en donde se hace el “deporte” arriba de él está escrito “Sector” y un número.- Justin, debes ir al sector cinco. Smith, debes ir al ocho.- dicho esto se fue. Miré a Bieber, hizo una media sonrisa y se fue a donde le indicaron. Me quedé contemplando el lugar. Hasta que luego preferí ir al sector. La espada era un poco pesada, pero con el tiempo aprendería a dominarla. Supongo.

- Buen día, ______. Hoy le enseñaremos a combatir con la espada. ¿Ha practicado el deporte de la esgrima alguna vez? – Niego con la cabeza- Entonces practicaremos.- Era un robot, intento de parecerse humano, sin embargo su voz y  sus tensos movimientos lo delataban. Cogió una espada y automáticamente se apagó, estuve un momento confusa. Luego volvió a encenderse y pudo comenzar a hacer movimientos más humanos.- Iremos por niveles. El objetivo es intentar tocarte con la espada supuestamente con un arma blanca, sin embargo. En la vida real no se practica con espadas delgadas, por lo que lo haremos por unas más gruesas - bastantes diría yo -.

-En la vida real, me refiero a la batalla los demonios ocuparán armas, pistolas, revólver.

- Estás equivocada. Se van en contra de sus principios, las aborrecen, prefieren hacerlo a la antigua.

- Pero entonces como es que Bonnie ocupó una.- contradije algo confusa.

- Ella no es un demonio del todo, sigue siendo mitad ángel caído.- Hizo un minuto de silencio.- ¿Empezamos? – solo asentí con la cabeza. Se colocó en una posición firme, separó y flexionó un poco las piernas, levantó su brazo derecho en un ángulo recto con la espada a mano. Inclinándola un poco. Me miró con signo de aprobación, sin embargo no entendí nada.- Colócate en mi misma posición y cruza la espada.- lo hice. Dijo algo en francés, que no entendí absolutamente nada y comenzó a enfrentarse conmigo, no sabía nada así que empecé a mover el brazo a cualquier lado para evadir que su espada me toque. Era en vano.- Trata de concentrarte en donde apunto y esquiva, ve moviéndote, desplázate no te quedes en un lugar definitivo.- Empezamos a practicar más y más, yo no me consideraba buena, la gente del lugar me miraba impactada mientras que yo no sabía que responderles. Otros se quedaban contemplando el juego. Finalmente luego de aquel encuentro, pude ganarle.- Lo sabía, eres buena, lo llevas en tu sangre. Tal y como tu padre.- ¿Mi padre? ¿Qué tiene que ver él?

Mi Vecino es un ángel (Romántica y Perver).- Justin Bieber & Tú.Where stories live. Discover now