Capitulo cincuenta y uno.

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Mi madre al enterarse que me iba a Miami, lloro como si no volvería jamas. Me abrazo como si esos 4 días, fueran 4 años. Me causaba ternura. Ryan solo me decía que no vuelva embarazada del viaje, y demás bromas que solo se le ocurren a el. Nuestros amigos nos pidieron regalos antes de desearnos un buen viaje, luego de la lista interminable de cosas a querer, nos dijeron "ah, si. Suerte" 

Habíamos pedido permiso en el instituto para estar ausentes 4 días, a mi no me costo mucho recibir la aprobación, y eso es por mis calificaciones, a Damon le costo un poco. Pero el director termino aceptando al ver como no dejaba de insistir. Y al recibir su aprobación, nos dijo que le gustábamos como pareja.

- ¿Sabes cual es una de mis fantasías? -pregunta Damon sentado a mi lado en el avión. Aun no habíamos emprendido viaje. Los pasajeros seguían subiendo y acomodándose. En cuanto lo dijo una sonrisa traviesa se dibujo en su rostro, y el chico de cabello azabache que estaba parado a su lado se rió como si entendiera cual era, lo observo y rió mas.

- Algo me dice que no quiero saber -digo observando la risa del chico, y la sonrisa de Damon que luego de lo que dije se ríe.

- Pues me da igual -se encoge de hombros y se acerca a mi- Hacerlo en el baño de un avión -me susurra al oído y siento todo mi rostro arder. Se ríe de mi en cuanto me ve- ¡Jamas te vi tan roja! -dice entre risas- ¡Eres un tomate! -se sigue riendo.

- Y tu un idiota -me tapo el rostro con mis manos- ¡Dejame en paz! -lloriqueo y el sigue riendo a tal punto de que su risa es contagiosa.

- Oye, tu deber como novia es cumplir mis fantasías -se cruza de brazos. Abro la boca para contestarle pero nada sale, así que vuelvo a cerrarla. Me guiña el ojo y sonríe nuevamente con una sonrisa traviesa con toques de seducción. El chico que hace un rato se reía cómplice se estaba divirtiendo con nosotros.

Todos los pasajeros ya estaban ubicados, luego de unos minutos, las azafatas nos indicaron colocarnos los cinturones. El piloto nos da la bienvenida y tras un buen viaje, emprendemos vuelo. Era la primera vez que me subía a un avión, así que estaba muy nerviosa. Agarre con fuerzas la mano de Damon y cerré los ojos sintiendo esa sensación en el estomago rara que se siente cuando el avión esta subiendo. Damon me rodea con sus brazos y es ahí cuando me siento segura.

- Tranquila, preciosa -me susurra- Una vez que estemos arriba todo sera mejor- y así fue. Cuando el avión se elevo alto, la sensación de mi estomago se fue. Solo que me molestaba un poco los oídos, pero nada grave hasta que logre acostumbrarme. Todo estaba tranquilo, miro por la ventana y observo como el sol comienza a esconderse. Era hermoso ver eso de tan cerca y ver a las nubes, todo era perfecto.

**

A mitad del viaje, y de la noche, todos dormían. El avión estaba inundado de silencio. Solo se escuchaba el leve sonido que hacia el avión en pleno vuelo. Yo no había dormido mucho, a lo sumo unos minutos, al ser mi primera vez en un avión, no quería dormirme. Mas bien no podía. 

Observo a mi compañero de viaje, el si que dormía. Su respiración era profunda y tranquila, sonrío al verlo.

Me entran ganas de ir al baño, así que me levanto con cuidado sin despertar a Damon y me dirijo al fondo, donde el baño estaba. Entro y lo primero que hago es observarme al espejo. ¡Oh mis pelos! estaban alborotados, así que me lo peino con los dedos y luego de esto mojo mi nuca un poco. 

Llaman a la puerta y digo que estaba ocupado, pero vuelven a llamar. ¿Es que no ven que en rojo dice Ocupado y no Libre? ¡Argh!

Abro la puerta para mirar cara a cara al molesto que llamaba, y pego un salto al ver quien era. Estaba ahí parado de forma seductora, con esa maldita sonrisa que me hacia temblar las piernas.

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