Capitulo siete.

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Observo el celular mirando su contestación: El chico que muy pronto te hará suyo, Damon ;)

¿El chico que te hará suyo? ¡Argh! Creo que estoy frunciendo demasiado el seño porque siento raro mi rostro, en eso vuelve a vibrar el celular, otro mensaje de el:

 Sin palabras eh?

Suspiro y deslizo mis dedos sobre las teclas: Como demonios has conseguido mi numero?

Damon:

Tengo mis contactos, preciosa

Pienso en dejar de responderle cuando me llama así, pero no lo hago: Me estas acosando y siguiendo?

Damon:

Acosando? Vaya eso suena lindo viniendo de ti, y no te sigo solo te vi a los lejos. Estabas muy atractiva ;)

Ese guiño viniendo de el me causaba escalofríos: Me iré a dormir, Damon. 

Le contesto enojada, me enoja saber que consiguió mi numero, me enoja el. ¿Al final es cierto lo que dicen? Eso de cuanto mas ignoras a alguien mas le atraes, estuve ignorando cada coqueteo de Damon y me sigue buscando. Supongo que luego de la desastrosa cita que tendremos el sábado, no volverá a hablarme. Soy pésima en las citas.

Mi celular vuelve a vibrar: Que niña buena, yendo a dormir temprano. Nos vemos mañana, linda ;) sueña conmigo.

 Guiño. Linda. ¿Soñar con el?  Argh, dejo enojada el celular en donde estaba y trato de volver a conciliar el sueño, lo cual después de su inesperado mensaje me cuesta demasiado. ¿Como hago para que deje de molestarme? 

Cierro los ojos y trato de que el sueño vuelva a mi.

Por suerte esa noche no soñe con ningún mujeriego molesto, así que me levante de humor salvo por saber que Damon tenia mi numero, ¿Y si lo cambio? Pienso para mis adentros. Hoy tendría que enfrentarme nuevamente a el y a su constante y molesto coqueteo.

Me visto para ir a clases, y bajo a desayunar. Mi madre esa mañana salio mas temprano de lo normal, al igual que Ryan, me habían dejando una nota en la nevera para avisarme. Desayuno un te con tostadas y mermelada de cereza, cuando lo termino, me cepillo los dientes y leo lo que el señor Cavanaugh nos había dejado para leer.

La bosina de Ángela logra desquitar mi atención del libro, lo guardo y salgo. El camino al instituto se baso en lo que paso el fin de semana, les conté que me cruce con Liam y ambas saltaron de sus asientos felices, pensé en contarles de que Damon tenia mi numero pero evite decirlo. 

Luego de despedirnos al escuchar el timbre, me dirijo al salón de Literatura universal, para mi sorpresa Damon ya estaba sentado en su lugar de siempre, el suele llegar tarde a clases por lo cual me resulto extraño. Me siento a su lado, ya que durante todo el semestre se respeto el lugar de cada uno. Ignoro su sonrisa, y mientras espero a que el señor Cavanaugh entrase me dispongo a terminar de leer lo que dio.

- ¿Dormimos juntos o que? -larga riendo y lo miro con el seño fruncido- No me has saludado -levanta ambas cejas.

- Ah, si -suspiro- Buenos días-finjo sonreír.

- ¿Que tal tu fin de semana?- insiste en hablarme y en captar mi atención- Deja un poco ese libro -posa su mano sobre el libro abierto y en un movimiento me lo cierra riendo- Eres muy aplicada.

- Me preocupo por mi futuro -añado molesta.

- ¿Me ves a mi en tu futuro? - sonríe pícaro.

- Lo que menos quiero es que un mujeriego agrandado y acosador este en mi futuro- se parte de la risa ante mi, y noto como la clase nos mira extrañados, pero aun mas miran a Damon por estar hablándome a mi, siendo yo totalmente contraria a su tipo- ¿Me dirás de donde sacaste mi numero?

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