Capitulo cincuenta.

120K 5K 200
                                    

- Te veo muy bien -le digo a Liam. Habíamos arreglado para vernos, estábamos en un Starbucks. Liam me sonríe y asiente- ¿Payton? -se sonroja en cuanto escucha su nombre- ¡Te has sonrojado! Estas perdido, amigo -comenzamos a reír.

- Lo estoy -afirma- Es la clase de chica que siempre soñe tener -le sonrío- Al principio creí que podías ser tu, pero tenias un Damon en tu vida -se ríe y bajo la mirada sonriendo- Y apareció Payton -sonríe.

- Me alegra mucho verte feliz, en verdad -le sonrío.

- A mi también me alegra que tu lo estés -sonreímos- ¿Como esta él? ¿Aun no le agrado?

Me río: - Comenzaste a agradarle -sonríe- Esta bien, ahora debe estar practicando -me mira esperando a que le diga que- Hace natación -asiente- Puedo decir que estamos mas unidos que antes

- A veces las separaciones sirven para esto, para unir mas -suspiro y sonrío- ¿Me invitaras a tu casamiento? -me río- Es que te veo casada con el -me sigo riendo nerviosa.

- Claro que si 

- ¿Puedo hacer lo que siempre soñe hacer?

- ¿Que? 

-Gritar... ¡Yo me opongo! -comienzo a reír y el me sigue- Esta en mi lista de cosas por hacer antes de morir -dice entre risas.

Adoraba a Liam, y me gustaba mi amistad con el. Era confiable, muy. Es de esas personas que entran a tu vida para quedarse.

Hablamos sobre las cosas que estábamos haciendo, y me pregunto sobre mi futuro, sobre como me gustaría seguir. Era agradable hablar con el, me sentía muy cómoda.

- Debo irme -dice mirando su celular- Me gustaría quedarme mas tiempo, pero debo trabajar -suspira- ¿Te llevo a tu casa o...

- Hmm... Llévame al club donde esta Damon-asiente y nos dirigimos a su Jeep.

- Prometo cambiar este maldito vehículo pronto -dice al subir y me río- Payton no puede salir con un tio que va por la vida en esto -se ríe y le frunzo el ceño.

- Payton no es esa clase de chicas materialistas, Liam -me mira- A ella no le importa esto, le importas tu

Sonríe: - Vale, quizás tengas razón -le sonrío.

Al pasar diez minutos de viaje llegamos al club donde Damon estaba.

- Suerte y gana mucha propina -digo al bajarme.

- Con lo hermoso que soy te lo aseguro -reímos y nos despedimos.

Entro al club, el cual no era mixto. No veía a ninguna chica haciendo ejercicio. Habían muchos chicos sudados mientras trabajaban su cuerpo. El olor a "hombre" no tardo en llegar a mi nariz. En el medio de todo el club había un ring donde dos chicos estaban luchando. 

Cuando se percataron de mi presencia comenzaron a hacer los típicos comentarios. Comienzo a sonrojarme y a sentirme incomoda. Sin pedir indicaciones me adentro mas al club entrando por un pasillo, el cual se divide en dos caminos, tomo el camino derecho. Error, eran los vestuarios, unos chicos que se encontraban allí comenzaron a decirme cosas, por suerte ninguno estaba del todo desnudo. Sin pensarlo me doy la vuelta rápido y tomo el otro camino. En el final hay dos puertas azules, veo a través de las ventanas y veo una gigante piscina. Suspiro aliviada y entro. Hay un hombre al borde de la pileta controlando el tiempo con un cronometro, y una silueta nadando en el agua: Damon.

El hombre con el cronometro se gira al escuchar el cierre de la puerta, era alto y robusto, no había cabello en su cabeza. Me mira con el ceño fruncido.

OpuestosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora