19. NO ME EXTRAÑA NADA

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Me di una ducha para bajar a desayunar. Le pedí a Malú que se pusiera unas gafas de sol y algo que le tapara el rostro o no podríamos llegar al bar. Conocía a muchas maluleras por mi zona, incluso había un grupo en el que yo participaba. Nos movíamos juntas para ir a firmas y conciertos. Si se enteraban de que la estrella paseaba por el barrio...

Bajamos por el ascensor. Al pararse, oí mucho barullo por parte del exterior del edificio. Le pedí que se quedara un momento allí. Giré la esquina del portal y vi un buen cúmulo de gente en la puerta. Me di la vuelta automáticamente.

-Pulsa el -1. -volví al elevador a paso ligero.

-¿Qué ocurre?

-Maluleros... -le dije. -he visto cámaras, pancartas y de todo ahí... -seguía conmocionada mirándola fijamente.

-Vanesa. -soltó Malú. Eso era... seguro. Tenía que haber sido ella. Nadie más sabía que estaba conmigo en mi casa excepto Lidia y ella.

-Será... -me mordí el labio y entrecerré los ojos. Quise dar un puñetazo pero me agarró el puño y lo bajó.

-Tranqui. -respiré hondo. Aún no sabía que tenía para calmarme de aquel modo.

Me metí en twitter mientras caminábamos sin rumbo por el oscuro garaje. Mírala...

"Malú en nuestra casa. Esperad en el portal 5 y veréis..."

Apreté el móvil con fuerza, en ese momento podría romperlo... La miré a los ojos, me sentía avergonzada.

-Perdona... en serio. Vaya forma de comenzar nuestra historia...

-No es culpa tuya. -sonrió. -¿qué vamos a hacer? ¿Algún plan?

-Esto es una misión para 007, no para una princesita como tú, te has equivocado de película. Vuelve a Disney. -bromeé, aunque estuviera de muy mal humor, intenté afrontarlo con algo de risa. Me besó en los labios. -vale ya sé. Escúchame. -le pedí, acorralándola detrás de una columna. La apoyé contra ella y la agarré de la cintura. Le hablé bajito y muy deprisa, convirtiendo aquel marrón en un clip de cine. -la bomba se activará en diez minutos, si no conseguimos desactivarla en... -no pudimos evitar reírnos, dejando el guión a medias.

Se me ocurrió una idea que quizás saldría bien.

-Saldré a la calle por la puerta y diré que es mentira... mientras las entretengo sal por la puerta de los coches. -le tendí la llave electrónica. -pulsa en el de arriba, luego se cerrará sola. Sube al coche y ve hasta la casa de Lidia... ¿recuerdas dónde es?

-Sí, sí. Creo que puedo llegar.

-Cuando me deshaga de todas iré allí. -me despedí con un beso en la frente, que me pillaba a buena altura y caminé hacia el ascensor.

-Bond, Marina Bond, ven y dame un beso en condiciones por si es la última vez que nos vemos... -bromeó entre carcajadas. Corrí hacia ella e hice lo ordenado.

-¡Aguanta! ¡Saldremos de ésta! -exclamé con voz grave y alzando los brazos. La puerta se abrió y subí hasta el cero. Aún podía oír su risa. Saqué el móvil y avisé a mi mejor amiga del plan.

Salí al portal y fingí una cara de sorpresa.

-¿Qué dan gratis? -pregunté al abrir la puerta.

-¡MALÚ! ¡QUE SALGA MALÚ!

-¿Malú? ¿Quién es Malú? -me hice la tonta.

-¡Idiota! -escuché por el fondo.

-Sabemos que está en tu casa. -afirmó Paula, a ella si la conocía.

EL MAYOR DESAFÍO DE LA VIDA ES VIVIRDonde viven las historias. Descúbrelo ahora