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Taissa Pov.

Estaba demasiado estresada, las chicas eran totalmente tontas en esto de la comida y yo sola no podía, para rematarla el novato, que por cierto es chico y está más bueno que el pan tenía problemas para pelar una simple papa, se la pasaba mirando a la novata y cada segundo tenía que llamar a Solange para que le curara una cortadura.

Ava me había traído más carne de la normal, y me había recomendado que no la desperdiciara para mañana ya que de otra manera no serviría, ¿es que acaso no sabe que aquí las decisiones las tomo yo?, a menos que Carter venga y me diga que haga algo más yo voy a hacer todo lo que se me pegue la gana, pero es que eso no cualquiera lo entiende.

Ya era la hora en la que las corredoras cruzaban las puertas, eso quería decir que solo faltaban 40 minutos para que todas las chicas ocuparan las mesas y otros 5 minutos para poner la comida frente a ellas, por lo que apure a mis escasas ayudantes, y ayudante. Mi cabeza no paraba de dar vueltas, que si la sopa no es lo suficientemente salada o si el puré es demasiado escaso, ¡Tonterias!.

—Te lo he dicho cientos de veces, Karen, El puré no es un jodido postre, si serás miertera—Rodé los ojos a lo que la chica bajó la mirada y asintió, llevando la comida a la mesa

—¿No crees que eres demasiado dura?—Habló una voz grave detrás de mí, me giré hacia el chico y relaje los músculos al instante.

— Sólo cuando estoy muy estresada, ya verás lo mucho que me aman saliendo por esa puerta —apunte a la salida de la cocina, el asintió, y sonrió de lado.

—Supongo que tienes algo que hace que todas te quieran, ahora me caes bien—Susurro volviéndose hacia un cuenco lleno de agua para limpiar sus manos—Supongo que ahora que yo salga de aquí serás como una amiga para mi.

— Eso espero, Novato—Hice un ademán de correrlo, a lo que él fue con pasos lentos hacia la puerta, la abrió y en el umbral de la puerta antes de irse dejó su materiales de trabajo, eso debió de haberlo aprendido de Elsa y Carter.

—Mi nombre es Asa.

—Lo sé.

Ya era de noche, y las puertas aún estaban abiertas, esto no debería estar pasando y mucho menos aquí, o en estos momentos en los que parecía que el apocalipsis estaba a la vuelta de la esquina, en este caso parecía como si ya estuviera avanzando y solo faltaran unos pocos metros. Se podía sentir la tensión de las chicas

Amelie se encargaba de resguardar los mapas del laberinto junto con Piper y Libby. Ava se encargaba de que los animales no se alertaran ya que parecía que desde hace una hora estaban a punto de hacerlo. Yo ayudaba a Solange a proteger el centro por si la puertas de verdad no cerraban en toda la noche, si los penitentes entraban estaríamos preparadas.

También estaríamos preparadas para pelear, sabemos que todas nosotras excepto los novatos hemos acabado con muchos de ellos sólo con una simple lanza, sabemos a dónde apuntar, que quitar y que dejar.

Mentiría si no dijera que no estoy angustiada, pero no lo podía demostrar porque muchas me veían como una de las chicas más fuertes del área, y también de las más difíciles y con carácter complejo, pero a veces tenía mis ratos débiles, en los que iba al bosque a llorar mientras trataba de evitar el dolor que no se podía ir.

Era inevitable ver alrededor y no sentir pena por ti misma, piensas en lo desalmadas que las personas que te pusieron en ese lugar son incluso para permitirte sólo recordar tu nombre, y tener eso como único recuerdo de que antes fuiste alguien, con una vida y quizá tal vez también una buena familia, lo que tienes después de estar aquí es un nuevo inicio, de una manera aterradora.

Maze Runner ; Zodiac.Where stories live. Discover now