Cory Pov.
Voy a resumir todo, desde que llegamos a la guarida de los penitentes, hasta que nos encontramos por los aires volando en un pequeño pedazo de metal con alas delgadas al que hacen llamar helicóptero, y por cierto, en el cual apenas cabemos.
||Al final acabamos yendo 16 chicos y la novicia, que estaba armada con un par de cuchillos recién afilados y mortales como para que ella los tenga, de todas maneras, esto era contra los penitentes y no contra nosotros, de otra manera, yo ni siquiera hubiera estado a 1 metro de ella cuando estaba así de frustrada y cansada.
Bien, tardamos unos 8 horas completas en llegar donde esos monstruos, salimos por lo menos a las 6 con 30 de la mañana y estábamos ahí a las 2:30 exactamente, el plan era tratar de joder un poco a los penitentes para que Luka, Peter y Luther pudiesen pasar, mientras nosotros luchábamos por nuestra vida protegiendo la suya, ¿Divertido, no?. De igual forma, lo bueno fue que llegamos a cruzar sin que las grandes piedras cayeran sobre nosotros, lo malo es que perdimos 5 chicos en acción, que fueron arrastrados a los abismos que había a cada lado del pasillo.
Si, había abismos, largos y profundos abismos por los cuales no se veía nada más que puro negro, de ahí salían penitentes cada 2 por 3 y era difícil, los que luchamos y logramos pasar por los grandes muros que cayeron abajo justo cuando estábamos llegando, estábamos todos muertos en vida, con heridas que no pasaban de lo grave y lo nefasto, cuando las paredes cayeron nosotros vimos hacía algo que parecía una puerta circular, que se abrió al instante en que todos nos pusimos de pie.
Al entrar había un pasillo, con cuartos a los lados, todos estábamos con el alma en los pies cuando vimos cuerpos esparcidos por aquellos cuartos y un par por el pasillo, estas paredes había contemplado una masacre y de milagro no estábamos ahí cuando pasó, Aiden pateó a uno de los hombres con batas inútilmente, quería saber si aún les quedaba un poco de vida pero el charco de sangre debajo de él decía totalmente lo contrario, en esos momentos era cuando se me hacía un nudo en el estómago, y me daban ganas de vomitar.
Llegamos a un cuarto al fondo del pasillo este era mucho más grande que los otros, lleno de máquinas y algo raro en el centro, no sé cómo explicarlo, porque mi vocabulario no es muy apropiado, eso les pasa a los chicos a los que se les priva del recuerdo, aunque pude hacer el mío, estaba totalmente fuera de la realidad, o quizá no.
Avanzamos hasta la única máquina que no estaba totalmente dañada, tratando de no pisar los cuerpos sin vida que yacían alrededor de nosotros, la máquina se encendió, emitiendo una débil luz azul al igual que todo a nuestro alrededor, parecía casi una fantasía, imágenes como un holograma, había sonido, y la pantalla duró unos minutos para luego ponerse en negro, y al volver a prender, había una mujer rubia, con facciones bien marcadas, un impecable cabello recogido y con piel arrugada, no, no demasiado arrugada, pero tal vez sí un poco.
Esta nos habló de un virus que atacó a todo el mundo llamado "La llamarada", así se le llamaba a un estallido intenso de radiación originada de la liberación de energía magnética, normalmente asociada a las manchas solares, según ella la llamarada estaba presente de una forma mucho más grande de lo normal, mucho más peligrosa y mortal, esto hizo que el mundo se convirtiera en un páramo desértico con climas letales.
Pero, hablando más del Virus causado por esta misma llamarada, Es una enfermedad que vuelve locas a las personas, convirtiéndolas en personas totalmente salvajes y fuera de sí. El virus es muy fácil de contagiar ya que se propaga por el aire. El Destello se almacena en la Zona Letal, un espacio en el cerebro, y poco a poco comienza a hacerse más fuerte hasta que la persona empieza a comportarse como un animal salvaje.
