Venus Pov.
Me sorprendió el hecho de no estar tan cansada como lo había esperado, mis piernas se movían como si antes hubiera hecho demasiado ejercicio con ellas, y mi hermano sólo me impulsaba con su mano tomada a la mía. Desde que Gale había hablado de una forma provocadora conmigo no me dejaba sola, y estaba agradecida con él, porque fuera así, y porque era tan igual a mí que me hacía querer llorar.
Estábamos buscando un atajo que nos llevara más rápido a un edificio que pareciera lo suficientemente grande como para tener habitaciones para todos, estaba anocheciendo y habíamos caminado un par de horas, sólo un par por lo que nos faltaban por los menos 5 para llegar a las montañas, y si teníamos suerte, conseguir el suero sin ningún contratiempo.
Aunque sabía que eso podría parecer imposible, ahora mismo nos dirigíamos a algo que parecía un hotel, uno ya viejo pero era el edificio más conservado en toda la ciudad, y eso era más tranquilizante aún, parecía que antes de todo lo que parecía ser la llamarada este era un buen hotel, y su nombre me sonaba muy conocido, para ser un establecimiento, debió de importante.
Pero ahora no lo era, para gente que no tenía sentido común era imposible. Me emocionaba saber si había cranks detrás de esas puertas para luchar contra unos cuantos y junto con todos unirnos y tal vez vencerlos de tal manera que nos quede grabado en la memoria de una manera loca.
Si, esos eran mis pensamiento cotidianos, en el área siempre quería salir para combatir penitentes pero de alguna forma me atraía mucho la idea de ver cómo Taissa regañaba a las chicas sólo por un pequeño error que ella creía que cometían, era gracioso, y ella me había parecido más peligrosa que un penitente.
Yo era más peligrosa que un penitente, Carter era más peligrosa que un penitente, Amelie era más peligrosa que un penitente, hasta Carrie daba más miedo que una de esas cosas. Pero me parece que esto que tenemos que enfrentar ahora era de mucho más riesgo, quizá cuando menos lo esperemos estaremos muriendo o venciendo, ninguna de esas dos cosas me parece mal.
Cuando entramos al hotel apenas había luz de día, pero llegamos a ver el número de habitaciones que había y en que piso estaban, había suficientes para cada uno pero no nos íbamos a arriesgar a tomarlas y separarnos por si había un contratiempo o por si alguien necesitaba ayuda de repente, todo podía pasar ahora.
Íbamos a ir al tercer piso, el cual tenía 12 habitaciones perfectas para los 12 pares de hermanos que estábamos ahora parados frente a los chicos que se hacía cargo de dar las llaves, esos eran los líderes, claro, porque nadie había discutido en otra cosa, principalmente por que las chicas creíamos en Carter tanto como los chicos creían en Luka, yo estaba feliz por eso, Aunque ellos dos parecieran no llevarse de la mejor manera, tomaban buenas decisiones juntos de todas maneras, juntos y con nuestra ayuda, eso me gustaba.
Aunque hubo unos cuantos chicos que a pesar de que estaban felices de estar con sus hermanas y todo, hablaron en contra de lo que antes habríamos propuesto, entre ellos estaba Gale.
—Pienso que deberíamos estar en parejas pero de una forma diferente—dijo el, mirándome
—¿Cuál es tu idea?—preguntó Carter cruzándose de brazos
—Creo que no voy a quebrantar la ley de un chico y una chica—Dijo de repente, a lo que todos rieron, incluso yo—pero estaría bien no fueran hermanos.
—Te entiendo, pero que quieras estar con Venus con todas tus fuerzas no te dará la oportunidad de que yo te empareje con ella—Sonrió Carter hablando en forma de burla, y mirándome después, a lo que yo le agradecí con la mirada.
—Pero yo sí—Dijo Luka, haciendo que abriera los ojos como platos—esa idea es buena, deberíamos tomarla, definitivamente
—Claro que no—Renegó Carter, con las mejillas rojas de enojo puro—No seas idiota, no es culpa de mis amigas que tu tengas un par de chicos con problemas hormonales
—Tampoco somos unos violadores, ¿he?—Rió Gale, acercándose a mí y pasando un brazo por mis hombros
—No todos pero tu si—Dije yo, mirando de mala manera a Gale y quitando su brazo de mi hombro
—Vamos a tomar las parejas por hermanos—Dijo Carter dando la última palabra y tomando todas las llaves que teníamos—Y ahora que las tengo a mi disposición, será eso o nada
Los chicos no dijeron nada, algunos sólo bufaron y otros chicos, como mi hermano, sonrieron satisfechos y tomaron una de las llaves que Libby y Carrie iban repartiendo.
Todos fueron a sus habitaciones, la mía con Vince era la 234, a la izquierda estaba la habitación de Carter y a la derecha la de Elsa, apenas vi que Carter se iba a meter a su cuarto la detuve.
—De verdad te lo agradezco—Susurré, para que nadie mas escuchara
—Es para lo que están las amiga, ¿no?-Me dedico una media sonrisa-Deberías ir a dormir, pareces algo cansada, y suerte en eso de lidiar con Gale
—Suerte a ti con Luka—reí, a lo que ella rodó los ojos, sin dejar de sonreír
—Lo ignoraré lo más que pueda, aunque creo que tú y Gale terminarán juntos
—Cállate—le golpee el hombro ligeramente—Espero que hagas que Luka dude de su propia existencia, enorgulléceme tanto como ya lo haces
—Lo mismo digo—Murmuró, para luego entrar a su habitación y cerrar la puerta.
Al final yo fui a la mía, Vince estaba tendido en la cama, debajo de las cobijas respirando profunda y fuertemente, creo que de verdad se había cansado, incluso se le había olvidado dejar su mochila de lado, estaba acostado de lado aún con ella puesta.
Me pareció tierno ver eso, pero deje de ver esa escena y me acerque a el, quitándole con cuidado la mochila, incluso me asuste cuando dio un respingo y siguió durmiendo, parecía tener el sueño pesado, demasiado a decir verdad.
Puse su mochila en el piso con mucho cuidado y después puse la mía a su lado, mi cabeza era un mar de pensamientos en este momento, por que como siempre, la noche era el momento en el que más pensaba, normalmente tenía una conversación conmigo misma de cosas que quiero decir pero que, cuando tengo la oportunidad de hacerlo, no salen. Era mi día a día pensar y pensar y pretender que no tenía tiempo de hacerlo, supongo que era un problema.
Cuando me acosté debajo de las cobijas un sentimiento acogedor me invadió, me acerque a mi hermano y por un momento pensé que era el, tenía un aroma a vainilla suave y a tierra, de alguna forma creía que el estar en el área había mantenido el olor de esa manera, pero por lo que yo tenía entendido, él era un corredor, uno de los buenos por lo que sabía.
—Deberías dormir un poco—susurró él, haciendo que soltara un pequeño grito—Lo siento, moviste la cama de repente
—Tú deberías estar dormido ya, si no mañana no aguantaras
—Digo lo mismo—sonrió, de una forma rara, que nunca antes había visto pero que me causó gracia
—Aguantaré—Le confirme
—Pues entonces yo igual
—Ya duerme, no hables más—reí por lo bajo, cerrándole los ojos
—Antes de que me arrepienta quiero decirte algo—susurró—bueno, antes de que me rinda y me duerma
—Suéltalo
—Me das mucha gracia, hermanita—rodó los ojos, creo que eso en nosotros era natural, yo lo hacía siempre, muchas veces, y ahora sé porqué
—Ya, ¿eso era lo que querías decirme?
—No—Arrugó su nariz para luego acomodarse dándome la espalda—quería decirte que estoy muy orgulloso de tenerte como hermana
—Yo también estoy orgullosa—Le di unas palmadas en el hombro y cerré los ojos, y fue la primera vez, que realmente me resultó fácil dormir
