chapter 38

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Capítulo 38

Me levanté por el ruido causado de mi alarma procedente del móvil, en ese momento hubiera deseado tirarlo por la ventana o simplemente estamparlo, la ira me consumía provocado por la inexplicable tarde con Liam… no podía desaparecer de mi mente, mi piel dejándose rozar por sus yemas de los dedos, mientras pequeños suspiros salían de mi boca, su beso lento puesto a propósito en mis labios. No era igual que con Harry pero él hacía que mi piel se erizara.

Mientras las palabras de Harry no paraban de rondar mi cabeza “a los universitarios le gustan las difíciles” sabía que él solo estaba enfadado, él quería evitar que me fuera, sólo quería provocarme daño para refugiarme en él, notar que le necesitaba, pero no, yo no quería eso, bueno quería estar con el pero… no quería estar así con él.

Mi compañera prácticamente inexistente, ya que sólo le había visto un par de veces.

Tenía filosofía, una de mis asignaturas favoritas.

Salí del cuarto, para dirigirme a recepción, todavía quedaba una caja allí, era temprano así que me daría tiempo a colocarlo todo.

Bajé las escaleritas, cuando en el piso de abajo me encontré a Liam apoyado de su hombro en la pared como si quisiera evitar que se cayera, intenté no mantener contacto visual con él y salir corriendo, me dí la vuelta tan rápido como pude, para volver a mi cuarto, se que no podía huir siempre de él, pero ahora no podía enfrentarle.

El me vio y a cada paso que daba, el daba un detrás de mí, cuando por fin llegué a la puerta, giré la manija tan rápido como pude y me metí dentro, poniendo mi espalda contra la puerta, tardó unos segundos en oírse mi nombre detrás de ella. Haciendo caso omiso mientras cerraba mis ojos para concentrarme en no ser aplacada por la puerta que amenazaba con abrirse, cogí la llave de mi bolsillo trasero y una vez introducida la llave, giré dos veces, golpes empezaron a escucharse en la puerta acompañados de gritos “ábreme”, después de unos minutos todo cesó, ya no había ruidos, ya no había gritos ni puñetazos en la puerta, me senté en la cama acercando mis piernas flexionadas a mi pecho, en ese momento no pude evitar cómo lagrimas desordenadas iban cayendo por mi cara una tras otras, la respiración entre cortada y fuerte hacía ruido en la habitación solitaria.

Noté como el pomo de la puerta iba girando, hasta que la puerta fue abierta, un dolor en mi pecho fue acumulando creando un nudo que estalló al ver a Liam de pie.

“tengo una llave, Jess…”- no dio tiempo acabar la frase. “estás llorando?”- dijo el confuso.

Creo que no hacía falta que le contestara, eso era tan obvio. Se acercó poco a poco a mí, no me moví, ya no podía hacer nada, me cubrí mi cara con mis manos.

“no llores… por qué?- dijo él perplejo mientras su voz se notaba consoladora.

“tu…”-no me salían las palabras, pero creo que ese monosílabo fue suficiente.

“lloras por mi?”- dijo él, mientras apartaba mis manos de mi cara.

´”no, no llores, por favor, yo sólo quería darte una cosa.”- dijo él. Sinceramente me confundía.

Quité las lágrimas de mi cara, con la ayuda de sus suaves manos, mientras me reía.

“toma, y no vuelvas a llorar, vale?”- dijo dándome una sonrisa, en su mano colgaba una tarjeta cómo de un hotel, con una banda.

Mi cara perpleja hizo que él se explicara, era una tarjeta para las habitaciones de los chicos, me explicó que tocaba revisión y nuestras habitaciones (las de las chicas) iban a ser fumigadas, por el tema de limpieza, al parecer iba a ser este fin de semana y como no tenía habitación el ofreció la suya para mí y Jess, e verdad había sido idea de ella. Lo suponía.

Tenía veinte minutos antes de empezar mi clase, así que invité a salir a Liam de mi habitación seguida de mí para dirigirme a la clase, que estaba en la segunda planta según él me había informado.

La verdad es que no me enteré muy bien de lo que estábamos hablando pero como llevaba el tema bastante avanzado no le dí mucha importancia, algo del relativismo y de Baco… mi mente se ocupaba en preocuparse de que había pasado con él Liam que había conocido unos días, mi cabeza daba vueltas.

Era la hora de comer, bajé a un buffete de comida que había a unas pocas millas, después de la ligera comida, terminé mis dos otras horas, siendo lentas y largas, posiblemente debido a las ganas que tenía de que mañana, para ver a Cara.

Cuándo llegué a mi habitación dejé mis libros y para sorpresa estaba Jess, fue una buena tarde estuvimos viendo un programa “hermano mayor” que estaba televisando a esa hora, mientras mis ganas por conocerla más iban incrementando a medida que me iba dando información.

Su madre falleció cuando ella apenas tenía 14 años en un accidente junto a su hermana pequeña de 9 años, para ella eso fue algo duro, por eso estuvo en un internado durante 2 años, debido a su mal comportamiento con su padre, pero fue corregida en seguida, la causa por la que ella está aquí es porque su padre vive actualmente el Texas y ella no tiene muy buena relación con él, es lo suficiente independiente y su padre le paga la universidad mientras ella siga aprobando las notas, yo a cambio contestaba preguntas que ella también me hacía, pero era más difícil de explicar. Mi pasado me perseguía.

after dark (español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora