Un minuto más (Jesús y Daniel Oviedo)

Capítulo 45-

Capítulo 45—

–¿Yo? –Digo falsamente, con una sonrisa—Nada. Solo miraba en tu caja de las fotos por si había algo más que no recordase—Digo fingiendo calma, levantando la caja y sintiendo como el sobre con las fotos y con toda la verdad se dobla oculto en la cinturilla de mi pantalón vaquero.

–Ah, bien, ¿Has encontrado algo? –Me dice yendo a dejar su bolso sobre su escritorio y sacando luego el móvil y la cartera.

Mientras ella recoloca sus cosas yo me aseguro de que el sobre esté bien oculto entre mi ropa y vuelvo a situar los montones de fotos en la caja de las fotos y me levanto para ponerla por fin en su sitio en la estantería.

–Nada nuevo, está claro que ya he visto todo. –Comento. –Además tengo algo de dolor de cabeza. Creo que me voy a ir a dormir ya.

–Luego viene David y quería pedir pizza para cenar, ¿te despierto? –Me pregunta mi hermana cariñosamente, viniendo a tocarme la frente.

–Estoy bien. Y sí, bueno, llámame a ver. –Digo, saliendo.

–¿Y me cuentas lo del beso con Dani después también? –Me pregunta antes de que salga con una carcajada.

–No ha sido nada—Susurro, fingiendo estar afectada, para dejarla pensar que simplemente estoy rayada por eso—Él mismo lo ha dicho. Me voy a dormir un rato que me estoy encontrando bastante mal.

Lore asiente una vez.

–Creo que yo también voy a salir un momento.

*Narrador en tercera persona*

Lore sonríe cariñosamente.

–Yo también lo creo.

Y entonces suena su móvil y le hace un gesto a las dos chicas con las que está para que guarden el más absoluto silencio. Nadie puede saber esto. Por ahora.

–Dime, hermanito—Susurra.

–¿Dónde estás? –Pregunta David al otro lado, súper preocupado.

Marta y Tania se miran con sorpresa. Sofía, sentada en el sofá, intercambia luego otra rápida mirada con ellas.

–Eh, no te preocupes, me he venido a comprar unas cosas al centro comercial antes de cenar. Me he acordado de un par de cosas que quería –Sonríe Lore, levantándose y recolocándose el teléfono en la oreja—No te pongas pesado que estoy perfectamente y rodeada de personas que no dejarán que me pase nada. Ya. En breves voy. Ve pidiendo la pizza.

–¡Pues ten cuidado!

–Pareces mamá—Se queja Lore, poniendo los ojos en blanco antes de romper a reír.

–¿Vas a tardar mucho? –Sigue insistiendo David.

–Que no –Responde la chica con tono cansado, haciendo sonreír a las tres personas de la habitación. –Venga, te veo ahora.

–Más te vale. Ten cuidado.

–Rayante. –Lo pica Lore con una carcajada—Hasta después...

–Lore, te quiero mucho.

–Qué raro tú diciendo eso. –Se burla la chica, provocando una carcajada de su hermano al otro lado.

–Me estoy preocupando por ti, eres mi hermana.

–Yo también te quiero. Y tira, anda. Tira. Hasta ahora.

Y cuando cuelga, Tania la mira fijamente.