Un minuto más (Jesús y Daniel Oviedo)

Capítulo 4-

Capítulo 4─

No voy a mentir. Después de ese rato en la cafetería estaba todavía más enamorada de Dani si es que de verdad puedo estarlo más. Pero que mi hermana me diga semejante cosa me descoloca.

Abro mucho los ojos y luego resoplo, recolocandome un mechón de pelo que me cae sobre el rostro.

─Lo veo un poco complicado, Lori─ Digo echándome a reír falsamente─ A Dani nunca le gusta nadie.

─Por eso te lo estoy diciendo como si fuese un secreto de estado─ Ríe a su vez mi hermana─ Te juro que no lo sé, pero lo he notado hoy. ¡Lo he visto tan claro! Al principio no me daba cuenta pero de repente Jesús me ha dicho que os mirase y... Tenía razón.

─¿Por qué? ─Me intereso con toda sinceridad.

─Por que... No lo sé. Te estaba escuchando con una atención y con una sonrisa que... No sé. Dani nunca actua así. A las únicas que escucha un poco es a nosotras tres y para eso nos cuesta. ─Ríe luego un poco─ Y a ti parecía que le gustaba escucharte, en serio. Y no creo que tengais lo que se dice muchas cosas en común.

Lo pienso un instante. Y me doy cuenta de que Dani verdaderamente me prestó muchísima atención durante el rato de la cafetería.

─¿Y qué crees que significa eso? ─Interrogo.

Lore se muerde el labio inferior, desviando la vista.

─No estoy muy... segura.

─¿Por qué? ─Pregunto.

─No sé si es que de verdad estás empezando a gustarle o es que... Te ve como una especie de reto o algo así.

Frunzo el ceño.

─¿Un reto?

─Piensa en las chicas con la que normalmente está Dani y luego piensa en ti─ Me hace ver Lore. ─No sé si es que le llamas la atención porque sabe que le vas a costar o si le gustas en serio. De hecho, no creo que lo sepa ni él. Pero una de esas dos cosas es.

Mi corazón se acelera y casi me tiemblan las manos. Tengo delante a mi hermana, mi mayor apoyo, una de las pocas personas que nunca me mentiría. Lore. Una de las personas más populares del instituto, la mejor amiga de Dani. Y está diciendome que puede que le guste en serio a Dani.

A Dani. Joder.

─Ya nos enteraremos─ Río yo otra vez con falsedad, recuperando la sudadera que estaba doblando.

─¿Él a ti te gusta? ─Me suelta Lore después de unos segundos de silencio.

No le contesto.

─Sí que te gusta. ─Se contesta ella misma. ─Y mucho. ¿Verdad?

Nos miramos y ella me sonríe con cierta preocupación.

─Ten cuidado con Dani, Ele. Por favor.

Asiento una vez y luego me muerdo el labio.

─No habrá problemas─ Le prometo. –No creo que Dani y yo tengamos nada.

Lore se encoge una vez de hombros con su naturalidad de siempre y me sonríe.

─Sea lo que sea sabes que estoy aquí para lo que necesites─ Me dice con dulzura, cogiendo una sudadera gris del montón que hemos hecho con mi ropa─ Eh, esta me gusta.

Y cambia de tema sin añadir nada más. Y a mí me gustaría preguntarle mil cosas de Dani, pero me aguanto.

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