Capítulo 43-

5.3K 329 50
                                    


Capítulo 43—

*Narrador en primera persona*

–Sí, me ha quedado todo mucho más claro—Sonrío con suavidad, al despedirme de Dani en la puerta de su casa—Muchas gracias, de verdad.

Él me agarra del brazo, deteniéndome.

–Espera, que te acompaño—Dice con una sonrisa rápida.

Pero no me suelta. Durante unos segundos nos quedamos allí quietos, él mirándome con la mano todavía sobre mi brazo y yo observándolo a él en la medida de lo posible, porque sigue revolviéndose algo dentro de mí cada vez que nuestras miradas se cruzan. Finalmente aparto el brazo, dudando. Y consigo sonreírle.

–Bueno... Pues... Vamos.

Dani asiente una vez y yo me apoyo en el marco de la puerta mientras va a su habitación a por una sudadera. Vuelve con una azul marino, que Lore tiene porque se la ha regalado Jesús y que he visto mil veces por mi casa. Sin embargo, a Dani no recuerdo habérsela visto en ninguna ocasión. Pero me gusta mucho.

*Narrador en tercera persona*

Cuando Jesús abre la puerta de su casa pasan ya de las nueve de la noche.

–¿Hola?

Pero no obtiene respuesta. Qué raro. Mínimo Dani debería estar.

–¿Mamá? –Insiste, asomandóse a la cocina. –¿Dani?

Y entonces entra al salón para encontrarse a su hermano dormido en el sofá. Lleva todavía ropa de deporte así que supone que o bien ha salido a correr con el perro o bien ha ido al gimnasio. Se decide a sacudirlo con suavidad porque su madre llegará en una media hora y debería cenar algo.

–Eh... –Susurra Jesús, moviéndole levemente el hombro a su gemelo, con cuidado. –Dani...

–Elena—Pronuncia el pequeño de los gemelos todavía dormido.

Jesús sacude la cabeza y finalmente se decide por mover más fuerte el hombro de su hermano, logrando despertarlo esta vez.

–¿Qué? –Pregunta Dani, medio incorporándose.

–En nada va a venir mamá. Vamos a cenar. –Lo informa Jesús, mirandolo con precaución, gesto que Dani aprecia en seguida.

–¿Qué pasa?

–¿Estabas soñando con Elena?

Dani lo mira un instante y ni siquiera contesta. Se levanta y ahoga un bostezo de mala gana.

–Vamos a preparar algo de cenar.

**

9 de abril.

–Pues no lo entiendo—Se empeña Lore.

Jesús se encoje de hombros y luego la mira.

–Supone que le vendrá bien para olvidar a tu hermana.

–¿Y no puede ser con una chica del montón? –Se ofende la pequeña de los mellizos en seguida– ¿Tiene que ser con la lagarta de Patricia, tío? Que fijo que fue ella la que pintó mi nombre en el baño. Que se líe un par de veces con ella pase, pero que vaya a tu casa y me la encuentre allí como si fuese suya...

–Lore, deja ya el tema. –Suspira Jesús, pasándole un brazo por los hombros. –Ya no hay Dani y Elena, eres la que falta por admitirlo.

–Permiteme dudarlo. –Susurra ella para sí misma.

Un minuto más (Jesús y Daniel Oviedo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora