Un minuto más (Jesús y Daniel Oviedo)

Capítulo 11-

Capítulo 11─

22 de octubre.

*Narrador en primera persona, Ele*

Bajo corriendo las escaleras para entrar a la cocina a desayunar. Pero me quedo quieta al escuchar la conversación que está teniendo lugar dentro.

─¿Seguro?

─Ay, David, no me molestes ─Suelta mi hermana en ese momento. ─Ni te rayes, ya que estás. Me voy, que he quedado con Jesús.

─¿No vais a ir a clase?

─¡Que si, solo faltaré a primera hora! ─Se estresa Lore, saliendo ya. ─Buenos días, Leni. ─Me sonríe en seguida, cogiendo su chaqueta favorita de hollister del perchero de la entrada.

La observo en silencio. Vaqueros ajustados de talle alto, converse blancas con la línea en rojo, camiseta blanca y ahora la chaqueta de hollister oscura con la marca en rojo para completar.

─Buenos días, her. ─Río, pasando a la cocina después de darle un beso en la mejilla─ Saluda a Jesús de mi parte.

─Me va a invitar a desayunar. ─Me dice, guiñandome un ojo─ Aprendiendo del hermano─ Susurra con una carcajada.

Me echo a reír también y paso con un gritito a David dándole los buenos días y ordenándole que me haga tostadas, a lo que pone mala cara. Escuchamos como se cierra la puerta y en seguida saltan las tostadas.

─Hey─ Sonrío─ Podrías llevarme a clase. No me apetece caminar y...

─Se piden las cosas por favor. ─Me interrumpe David, masticando la tostada.

Hago un puchero.

─¿Por favor, hermanito? ─Pruebo con tono de coña.

─Bueno, así me fumo uno antes de entrar. ─Cede él dándole un buen bocado a la tostada de nutella. ─Ya que vamos sobrados de tiempo... ─Añade, consultando su reloj de estilo deportivo.

Y sonrío de nuevo. Me encanta pasar tiempo con mis hermanos. Porque los Martínez son esa clase de personas con las que es agradable estar, esa clase de gente que te hace sentir cómoda.

**

Me quedo sentada en la moto, de lado, mientras David se baja para acercarse a un par de chicas que hay allí y pedirles un merchero con su "sonrisa patentada" como la llama Lore. Las dos se quedan mirandolo sonrientes y finalmente la más rubia de las dos saca un mechero y se lo tiende con una sonrisa de pícardia.

─Pero lo quiero con vuelta, eh.

Estoy a punto de poner los ojos en blanco. Menuda forma de ligar con el tonto de mi hermano.

─Pues claro, Lidia─ Sonríe mi hermano de nuevo con un guiño rápido.

─¿Estuviste con esa chica alguna vez? ─Interrogo cuando llega a mi lado.

David la mira con atención.

─Creo que no─ Me comenta encogiendose de hombros─ Creo que el año pasado en la fiesta esta que hacen todos los años para que empiece el verano me dijo que subir a su casa y...

─Me llega, me llega.

─No sé si fue esa o la amig... ─Comienza David otra vez.

Lo detengo con un gesto y él se echa a reír y en seguida vuelve a sentarse a mi lado. Lo observo en silencio mientras saca una bolsita de plástico del bolsillo de su cartera de Billabong que Lore y yo le regalamos las navidades pasadas y que usa siempre.