Capítulo 31.

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Capítulo 31—

11 de marzo.

—Ay, qué locas estais—Se queja mi madre, cuando le enseñamos la parte posterior del hombro, donde ahora llevamos tatuada la frase que tanto nos costó escoger aquella tarde de la semana pasada y la golondrina pequeñita al final. –Pero me parece precioso.

La golondrina fue la primera decisión. Porque Lore y yo siempre seremos casa una de la otra, y las golondrinas siempre vuelven a casa.

—El siguiente te lo puedes hacer tú con nosotras, mami. –Ríe Lore.

Y la miro, realmente sorprendida con ella. Sé que está destrozada, sé que está muy jodida, sé que lleva todo el día aguántandose las ganas de llorar. Y aún así sigue siendo una persona valiente, echada hacia delante, animada. Aunque esté muy jodida.

—¿Y David a qué hora viene? –Pregunto con fingido desinterés.

—Que cenaba no se donde... —Comenta mi madre, que se gira de nuevo hacia la cocina— ¿Qué queréis de cena?

Hemos ido a comer fuera y al final nos hemos quedado toda la tarde por ahí.

—Lo que queráis—Sonríe Lore falsamente—Voy a colocar todo esto y a darme una ducha, que estoy cansadísima. Tardo poco.

Y desaparece en seguida.

—¿Qué le pasa? –Me pregunta mi madre en voz baja.

Y es cierto que Lore ha disimulado perfectamente, pero para una madre, sea biológica o no, hay cosas que se notan. Además que para Lore saltarse una mañana de clase es casi inconcebible con lo preocupada que está con sus estudios.

—Jesús—Le susurro encogiéndome de hombros.

Mi madre asiente una vez con seriedad. Y sé que a ella también acaba de sentarle mal la información que le he dado.

—Yo también voy a darme una ducha y a cambiarme –Digo—Y a curarme esto—Añado, señalando el tatuaje. Ahora venimos.

Y mi madre me mira con una sonrisa breve.

—¿Y de cena entonces?

—Lo que prefieras.

—Le voy a hacer tortilla a Lore—La escucho decidir antes de salir de la cocina.

Y sonrío, asintiendo.

**

Cenamos con nuestros padres, comentando el tatuaje, las novedades del día. Y ninguno le pregunta a Lore qué le pasa o porque no ha ido a clase. Y mi hermana disimula de diez y se muestra feliz como siempre. Pero se levanta rápido y sé que es que se ha cansado de ser tan perfecta de puertas hacia fuera y que necesita estar sola un rato. Así que me decido por irme al salón, para comprobar que hay una peli que me gusta y luego otra, así que aprovecharé la noche de viernes.

Miro mi móvil acomodandome en el sofá.

Daniel Oviedo. 21:58. ¿Qué tal la tarde cariñooo?

Elena Rodríguez. 22:01. Muy bien, niño. ¿Y tú?

Daniel Oviedo. 22:02. Todo bien, he estado con mi heermano.

Elena Rodríguez. 22:02. Y yo con Lore

Daniel Oviedo. 22:02. ¿Cómo está?

Elena Rodríguez. 22:03. No muy bien...

Añado un iconito llorando al final.

Elena Rodríguez. 22:03. Pero mira, tengo una cosa que enseñaaarte.

Un minuto más (Jesús y Daniel Oviedo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora