Capítulo 2.

50.5K 1.7K 163
                                    

-... Sí, mamá, ya estoy en el aeropuerto de París-hablé hacia la bocina del teléfono público.
-¿Estás bien? ¿Cómo están Lily y los chicos?
-Todos estamos enteros.
-Me alegro tanto..., tú sabes que yo...
En ese momento, una mano se posó en mi hombro y me hizo voltear en completo silencio, sin prestarle atención a las palabras de mi madre. Zayn estaba ahí con una gran sonrisa. Me hizo un ademán para indicarme que ya nos íbamos de aquí.
-M-mamá-me di el valor para interrumpir a mamá y esa se quedó en silencio-, debo colgar, ¿sí? Te amo. Te llamaré esta noche.
-Está bien, cariño. Te amo, adiós. Cuídate.
-Lo haré. Bye-y colgué al fin.
Volteé hacia mi novio y le sonreí aliviada. Él más que nadie -exceptuando a Liam- sabía cuán parlanchina era mamá. No se callaba nunca, y él lo supo ese día en que fue a presentarse formalmente como mi novio frente a ella, hace un año y tres meses. Mamá juraba que yo y Harry teníamos algo, pero jamás le dije nada acerca de él. Quise deshacerme del tema desde la raíz, y lo llevaba bastante bien.
-Tengo hambre-me quejé mientras entrelazaba mi mano con la del moreno-, ¿qué hora es aquí?
-Según Lily, las doce del mediodía.
Wow, sólo había una hora más que en Inglaterra; después de todo, no se me haría tan difícil conciliar el sueño por las noches, que era lo que más me preocupaba. ¿Cómo se le llamaba a eso? Ah, sí: Jetlag.
Caminamos en silencio hasta la salida del aeropuerto, en donde los chicos nos esperaban con todas nuestras maletas. El día estaba precioso. Las nubes se veían blancas y esponjosas, el aire era totalmente distinto y hasta daban ganas de bailar y gritarle al mundo lo feliz que me sentía.
-Debemos tomar un taxi hacia la casa de mis tíos-informó Lily mientras acomodaba su mochila en uno de sus hombros.
-¿Qué esperamos?-exclamó Niall, eufórico, mientras tomaba sus maletas.
-¿Que pase uno, quizás?-rodé los ojos y me carcajeé.
-Ahí viene uno-musitó Lily tomando sus maletas. Todos comenzamos a reunir fuerzas y levantar nuestras cosas, para luego correr hacia la vereda-. ¡Taxi!
El vehículo negro se detuvo a un lado de nosotros y en seguida bajó el chofer para ayudarnos a meter las cosas en la maletera. Menos mal todo entró sin problemas, pues el auto era bastante grande.
-Grazie mille-exclamó Niall haciendo un raro gesto con las manos.
-¡Eso es italiano, idiota!-exclamó Liam. Un segundo después, todos estallamos en carcajadas, menos el rubio, quien mantenía un semblante confundido.
Y nos subimos en el auto. A un lado de la ventana iba Zayn, quien me llevaba en su regazo, luego estaba Liam, quien iba solo. Al otro extremo iban Louis y Lily, igual de acomodados que Zayn y yo, y adelante, de copiloto, Niall.
-Quelle direction vont-ils?-habló la ronca voz del chofer.
Todos quedamos en silencio, pues nadie sabía qué carajo había dicho. Lily soltó un bufido y nos susurró que había preguntando a dónde nos dirigíamos. Acto seguido, le respondió lo que debía ser la calle de la casa, obviamente en francés. El taxi se incorporó al tráfico y los edificios eran todo lo que aún podía visualizar.
-Me sorprende que hables el francés tan fluído-dijo Liam a Lily.
-Gracias. Mi papá lo hablaba-se encogió de hombros con una nostálgica mirada. El padre de Lily había muerto de cáncer hace unos cuatro años, según me había dicho. A veces llorábamos juntas tras esos recuerdos, pues, por una parte, yo la entendía, ya que tampoco tenía a mi papá presente.
-Eso te hace tan sensual-rió Louis plantándole un beso en el cuello a su novia, ocasionando su pícara risita.
-Dejen sus jueguitos para la cama, por favor-bufó Liam.
-¿Desde cuándo tan latoso, Payne?-preguntó Louis.
-Déjenlo-Niall se volteó hacia nosotros-. Sigue deprimido por dejar a Danielle en Inglaterra.
-Gracias por recordármelo, Mofo.
-Siempre estoy para ti, hermano-sonrió Niall. Al parecer, no había captado la ironía de las palabras de mi mejor amigo.

 -Es aquí-susurró Lily una vez que el taxi se detuvo.
Nos bajamos en completo silencio y nuevamente el chofer nos ayudó a bajar nuestras maletas y bolsos.
-Merci beaucoup-sonrió la castaña mientras le daba el dinero correspondiente. Supe de inmediato que había dado las gracias.
Tomé mis maletas y me volteé hacia el frente de la casa. Era de color celeste, bastante grande y bastante bonita. En cada ventana tenía macetas de diversos tipos de flores coloridas. A cada lado habían dos arbustos con flores rosadas y se veía que el patio era inmenso, pues se abría por ambos lados de la casa.
-Es hermosa, ¿eh?-dijo Liam parándose a mi lado.
-Dios, es más que eso-exclamé-: Es una verdadera casa francesa.
-¡Vamos!-llamó Niall desde la rejilla que nos dividía del patio.
Liam y yo volvimos a tomar nuestras cosas y, a paso lento, nos adentramos al fin. El enorme salón principal era todo de madera; muy parecido al de la casa de Anne, sólo que más iluminada y con olor a lavanda. Habían varios cuadros de los que parecían los tíos de Lily. Se veían muy felices juntos. Había en una sola pared un cuadro gigante, pintado con acuarelas, de la Torre Eiffel. Siempre había soñado con ir ahí junto al amor de mi vida; era tan romántico. Y por un momento, como hacía tiempo que no pasaba, pensé en Harry.
-¿Vamos a elegir nuestra habitación?-la voz de Zayn irrumpió en mis jodidos pensamientos mientras rodeaba mi cintura desde atrás.
Me volteé entre sus brazos y le sonreí lo más natural posible, cuando la verdad estaba con el corazón en la garganta. Sus ojos me cautivaron por completo y por un momento me perdí en ellos. ¿Cómo pude siquiera pensar en el rizado teniendo al moreno más perfecto del planeta entre mis brazos?
-Vamos-susurré a sus labios.
Antes de que pudiera hacer algo, su boca ya había capturado la mía en un apasionado beso. Mordió mi labio inferior con algo de fuerza y yo jadeé, ocasionando que sus manos me aferraran aún más cerca de su cuerpo. Si no nos deteníamos ahora, el calor iría en aumento. Reí en sus labios para liberarme a duras penas. Me incliné a recoger mis maletas, sin embargo, Zayn las tomó antes de poder hacerlo yo. Le sonreí en forma de agradecimiento y nos encaminamos al segundo piso. La escalera crujía un poco, haciendo nuestro ascenso algo espeluznante. Seguimos las risotadas de Niall hasta una habitación blanca con dos camas a cada lado. Todos estaban ahí sentados, excepto Lily, quien se encontraba abriendo las cortinas. En seguida pude ver la gran Torre frente a mis ojos.
-Bien-la voz de mi mejor amiga me sacó del repentino trance. Todos la observamos en silencio-. Esta casa tiene tres habitaciones, así que nos acomodaremos de esta forma: _____, tú dormirás conmigo en esta pieza. Zayn y Liam dormirán en la del frente. Niall y Tommo, en la de al lado. ¿Alguien se opone?
Nadie dijo nada. A veces, el carácter autoritario de Lily en serio nos asustaba. ¿Quién lo diría? Ella tenía peor humor que yo. No hubo tiempo de protestar cuando todos estaban llevando sus cosas a sus respectivas habitaciones. Caminé hacia la cama que estaba a un lado de la ventana y me tumbé en ésta.
-¿Por qué no puedo dormir con mi novio?-protesté.
-Porque, pues, los abrazos llevan a los besos; los besos, a los cariños; los cariños, a cosquillas; y las cosquillas te llevan al sexo.
-¡Pero Zayn es mi novio hace dos años!-reí-. Claramente ya hemos, ya sabes...
-Sí, entiendo, pero no deja de ser incómodo para los oídos externos al asunto-se acomodó en el borde de la que sería mi cama-. ¿O no te acuerdas esa noche en tu casa cuando Louis y yo...
-¡Bien, ya entendí!-agité los brazos, como si de esa forma pudiera quitar los recuerdos de mi cabeza. Fue una noche bastante incómoda para todos nosotros.
-Pues quiero ahorrarnos la incomodidad... al menos por una semana.
-¿Abstinencia?-pregunté.
-Decencia-corrigió.

Eran ya las cuatro de la tarde y ahora nos encontrábamos tomando un taxi hacia el banco más cercano de la ciudad para cambiar las Libras por Euros y poder comprar las cosas que nos hacían falta. Habíamos almorzado lo que los tíos de Lily habían dejado para nosotros anoche: bouillabaise, que era sopa de pescado en mi idioma. Estaba deliciosa.
-Merci-dijo Niall al chofer mientras se bajaba del auto.
-Niall, así no se pronuncia-rió Lily mientras cerraba la puerta del auto justo antes de que éste comenzara a alejarse.
-¿Alguna vez podré decirlo bien?-exclamó en tono frustrado.
-Será mejor que empieces a tomar clases de francés, amigo-Louis le golpeó el hombro.
-Claro, tú lo único que sabes decir es "¡Oui, oui, dame más, Lily!"-gritó haciendo una chillona voz.
Todos reímos ante la gran imitación de Niall contra Louis. Dios, ¿cómo podían ser tan inmaduros aún? Sentí la mano de alguien entrelazarse con la mía y alcé mi vista hacia el dueño de ésta: Zayn Malik.
-Hola-sonrió.
-Hola-reí nerviosa.
-¿La viste?
-¿Qué cosa?
Con su mano libre apuntó hacia lo que fuese que estuvise a mis espaldas y volteé. Oh, Dios. La Torre Eiffel estaba justo en frente de mí. Ahogué un grito y sentí cómo mis ojos se llenaban de lágrimas por producto de la emoción que estaba conteniendo. Tomé el dije de avioncito de papel nuevamente entre mis dedos y comencé a juguetear con éste. Ahora sí me sentía en el verdadero Francia.
-Oh, por...-susurré apenas.
-Creo que se tardará aquí-escuché reír a Lily justo antes de empujar a Zayn hacia los chicos-. Yo me encargo de ella.
-Dios, Lily, esto es hermoso-exclamé volteándome hacia ella.
-Es más grande de lo que recordaba.
-Es más grande de lo que pensé-reí.
-¿______?-habló una voz por mi costado derecho.
Me volteé hacia la voz que exclamaba mi nombre y mi corazón se detuvo. Ahí estaba, sosteniendo una cámara, con un gorro de lana cubriendo sus rizos, con sus verdes ojos abiertos de par en par. Estaba aquí, y no estaba delirando. No tuve el valor de sostenerle la mirada por mucho tiempo, así que, con las pocas fuerzas que aún poseía, tomé a Lily del brazo y corrí lejos. No podía hablar con él; las palabras no me saldrían a causa del nudo que estaba formando en mi estómago, y tampoco quería que los chicos le vieran; mucho menos Liam. Corrí sin las agallas de mirar atrás. Corrí lejos hasta entrar al banco en donde estaban mis amigos. Justo antes de decir algo, las manos de Lily me detuvieron por los hombros.
-¿Quién era él, ____?-jadeó ella.
No supe qué decir. ¿Se lo diría? ¿Tendría el valor de volver a abrir esa vieja herida? ¿Podría siquiera pronunciar su nombre una vez más? Las dudas me estaban invadiendo otra vez. De nuevo me sentía agitada. De sus labios salió mi nombre, luego de dos largos años. Mis pensamientos estaban totalmente confusos y acelerados.
-_____, responde-insistió Lily pasando sus manos frente a mi rostro.
-Lily, él era Harry Styles.

El Arte De Encontrarte (Secuela de LFDA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora