Omaha Bad Boy. -Nate Maloley-

65.

◎Diana's Pov.

Chillé de frustración, pasando una mano por mi rostro. Nuestro equipo iba empatado con el equipo visitante.

Volví a unir mis manos mirando atentamente el juego. Joder, esto si que era intenso.

Los equipos se volvieron a poner en sus puestos, listos para, prácticamente, matarse entre si.

Solté un leve gruñido, y volteé a mirar a Josh, que solo maldecía y gruñía bajo.

-Chicas, ¿quieren escuchar una idea? -Guada y yo, que eramos las que estabamos más cerca de Bian, volteamos a verla.

-Habla. -Guada se acercó un poco más.

Bian hizo un ademán hacia las porristas, que estaban sentadas, como si estuvieran rindiendose en algo. Rodé los ojos.

-Que tal si... yo voy, coquetéo un poco, pongo música y ustedes mueven sus traseros allá a motivar al equipo. -pasaba su mirada de Guada hacia mi, mientras tomaba de su soda.

La expresión de Guada, cambió drásticamente, con un brillo de malicia en sus ojos. Eso no era mala idea, la verdad.

Y sería genial, cada una tenía la chaqueta del equipo de su chico. Sonreí, y asentí tomando mi celular.

-Ve a coquetear, y nosotras nos alistamos. -ella se levantó acomodandose un poco.

-Me escribes, y me dices cuando esten listas y que canción pongo, hasta dentro de un rato. -soltó una risa y caminó bajando de las gradas.

Escribí en el grupo el plan, y todas voltearon a vernos a mi y a Guada asintiendo. Todas nos levantamos y bajamos de las gradas.

-Vale, ¿quién hablará con las putas porristas? -Mariana colocó las manos en sus caderas, luego de acomodar su blusa.

Todas las demás me miraron.

-Uhm, ¿hablo yo o dejo que Guada hable? -miré hacia la antes nombrada, a lo que ella asintió, de acuerdo.

-Yo voy, enseñemosles a estos imbéciles algo para que se motiven. -soltó una risa maliciosa.

Oh, si.

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Nos posicionamos cada una en nuestros puestos a lo que Cyan le hacia una seña a Bian.

Los chicos, que estaban sentados tomando agua, voltearon hacia donde estabamos nosotras en cuanto comenzó la música.

Todas comenzamos a bailar y a animar. Trataríamos de hacer que esto de pusiera mejor, y que la gente comenzara a hacer barras a nuestro equipo.

Varios se empezaban a levantar a dar gritos de animo, y a bailar. Y así fueron, hasta que todos estaban animando como locos al equipo. Sonreí satisfecha y asentí hacia las chicas, dandonos la vuelta y seguimos bailando.

El equipo completo se levantó, bastante emocionados. Estaban listos para pelear por el puesto del juego. Esos chicos no iban a salir de aquí perdiendo, y mucho menos en su propio terreno.

Seguiamos bailando, hasta luego de un rato que ya estabamos cansadas, o al menos solo un poco.

Solté una risa maliciosa en cuanto los chicos se posicionaron y se asentían, haciendose señas entre ellos para ver como atacaban al equipo contrario. Todas soltabamos gritos, animando cada vez más al equipo, junto a todos los expectadores en las gradas.

Nate se posicionó en frente de todos, parado normal. Y en frente había un jugador, bastante curpulento, mirandolo.

-¡De este maldito campo no nos vamos hasta que hayamos ganado! -escuché el grito de Nate, y se veía algo furioso.