Omaha Bad Boy. -Nate Maloley-

64.

◎Diana's Pov.

Acomodé un poco mi cabello, mientras estudiaba mi atuendo a través del espejo de cuerpo completo. Una camiseta negra holgada que llegaba hasta mi ombligo, junto a unos pantalones negros altos y unas vans. Si, todo negro. Tomé una camiseta a cuadros rojo y negro, amarrandola a mi cintura, y tomé una gorra poniendomela hacia atrás.

Volví a estudiarme bien, y sonreí satisfecha por como me veía. Era solo un juego de futbol, y tendría que estar allí para Nate.

Tomé mi celular, guardandolo en mi bolsillo trasero. Nate me lo había devuelto ayer en la noche, como dos horas después de que Hill y Azul se fueran. Pero terminó llendose hoy, como a las 5 de la mañana.

Había sido intenso, que él viniera a altas horas de la noche.

Salí de mi habitación, luego de tomar unos lentes de sol oscuros. Bajé las escaleras, y entré en la sala.

Josh estaba tirado en el sofá jugando en el xbox, con un bol de palomitas de maíz a su lado, y una soda en la mesa. Me escabullí detrás de él, y tome palomitas de maíz llevandolas a mi boca.

-Oye, no toques mis palomitas, niña. -soltó un gruñido, como un perro rabioso cuidando a sus cachorros.

Reí, y tomé de la soda que estaba en la mesa. Él puso el juego en pausa, y volteó a mirarme con una expresión molesta en su rostro.

-¿Podrías, tan solo, dejar mi comida? -espetó con una pizca de molestia en su voz.

Rodeé los ojos y negué.

-De ninguna manera, estan buenas. -tomé de nuevo de las palomitas de maíz.

Suspiró frustrado en respuesta, haciendome reír.

-¿Porqué no vas conmigo al juego de fútbol americano, en vez de estar aquí como un asocial de primera? -arqueé una ceja.

Se me quedó mirando, como asimilando mi pregunta y meditando su respuesta.

Dejó el control de xbox a un lado, luego de unos segundos, y se levantó.
-Deja que me cambie rápido, y vuelvo. -me regaló una sonrisa torcida y subió las escaleras corriendo.

Me senté en el sofá, y puse la tv. Comencé a comer del bol de palomitas mientras miraba un capítulo de Criminal Minds. Diablos, si que era buena esta serie.

Se me hacía raro que Josh no había comentado nada de Mark hasta ahora. Digo, Josh siempre me decía algo de Mark, así fuera lo más mínimo.

Decidí enviarle un mensaje, a ver que tal se encontraba, tenía algún tiempo sin hablar con él.

Josh apareció luego de que guardé mi celular, y me levanté tomando las llaves de mi auto.

-¿Hoy no tienes que ir al trabajo? -preguntó, saliendo de casa.

Negué saliendo después de él.

-Hoy no hay trabajo. -asentí hacia él, y me adentré al asiento de piloto.

Prendí el auto mientras que Josh entraba en el asiento de coopiloto.

-Oh vale, por fin, no has tenido ningún día de descanso así. -elevó sus espesas cejas mientras yo comenzaba a manejar.

Solo me encogí de hombros.

-Tampoco es que me importe mucho, necesito el dinero, tengo que ir ahorrando. -él asintió, y prendió al radio.

Y en verdad, necesitaba ir ahorrando para poder, luego de graduarme, pagar el alquiler de un apartamento.

Además, les había pedido mucho dinero a mamá y a papá, quería devolverles eso.

El viaje de trayectoria hasta el campo de fútbol, fue bastante silencioso entre nosotros. Pero no era un silencio incómodo, sino que era de esos agradables.

Aparqué el auto, con suerte, ya que el estacionamiento estaba que explotaba de autos. Estaba lleno, demasiado. Apagué este, y bajé seguida de mi hermano mayor.

-Uhm, ¿tus amigos están aquí? -acomodó sus lentes oscuros.

Asentí, y caminamos hasta estar dentro del lugar. Subimos por unas escaleras, buscando con la mirada a Azul o a alguna de las chicas entre las gradas.

-¡Hey Di! -volteé, mirando a la castaña haciendome señas, para sentarme a su lado.

Era Bian, la novia de Swazz. Sonreí y jalé a mi hermano de la muñeca, percatandome de que la grada completa, estaban todas las chicas. Caminamos a esta y nos sentamos a un lado.

-Hey chicas. -ellas devolvieron el saludo.

-¿Que tál estás Di? -sonrió la castaña hacia mi.

Asentí en respuesta.

-Estoy bien Holty, ¿que hay de ti? -así le deciamos a ella, Holty.

Ella vaciló un poco.

-Digamos que... todo está de maravilla. -soltó una leve risa.

-¿Swazz? -arqueé una ceja.

Ella asintió.

-Viene en un rato, que lástima es que él no esté en la acción. -hizo un ademán con su cabeza hacia el campo de fútbol. - los chicos se ven sexys jugando eso.

Reí ante eso.

-Soy una metida, pero Holty tiene razón. -gruñó Guada, que estaba sentada a un lado de Bian, en acuerdo con ella. - parecen lobos hambrientos a punto de salir de cazería.

Josh la miró confundido.

-¿Lobos? me imagino que hablas de esos grandisimos, a lo Amanecer de la Saga Crepúsculo. -carcajeé mirandolo.

-Bueno, Josh tiene razón. -asentí. Guada se quedó mirando unos segundos al campo.

-Si... ese tipo de lobos. -carcajeó. - oh, pero mira eso.

Volteé en cuanto las personas comenzaron a gritar, a aplaudir, algunos chicos comenzaron a aullar. El equipo de nuestra escuela venía corriendo hacia el campo. Las porristas salieron haciendo volteretas y bailando. De lejos vi a Nate, y sonreí levantandome con las demás.

Él comenzó a pasar su mirada por las gradas, como buscando algo, o a alguien. Y su sonrisa se ensanchó en cuanto su mirada se encontró con la mía. Me saludó desde lejos, a lo que yo sonreí y le salude de vuelta.

Me hizo señas de que bajara, mientras corría hacia las mayas de metal que diferenciaban las gradas del campo.

Bajé corriendo, y me sostuve de la maya, inclinandome un poco.

-Gracias por estar aquí, cariño. -sonrió, mostrandome esos hermosos hoyuelos. Reí ante eso.

-Por supuesto que vendría. -él asintió divertido y luego me pasó su chaqueta del equipo.

Era una chaqueta roja, que al frente decía Nebraska, y atras decía Maloley.

Sonreí ampliamente tomandola.

-Quiero verte con esa chaqueta puesta, Marshall. -asentí con expresión feliz, poniendomela.

Maldición, olía a su deliciosa colonia. Olía a Nate.

Me incliné, y dejé un corto beso en sus labios.

-¡Maloley, deja de coquetear y ven aquí! -me separé de él en cuanto escuchamos el grito del entrenador.

-Ve a patear traseros un rato. -bromeé, a lo que él asintió.

-Claro que si, mi amuleto está aquí. -guiñó un ojo seductoramente hacia mi, a lo que mi sonrisa se hizo más grande.

Joder, ese chico era mío, completamente.

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Como yo soy pana les subo cap jejeje

bai pq tengo sueño

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CHAIS, LA DIVAZA SE DESPIDEEEE, MUA.