La chica del Dragón [TERMINADA]

Capítulo 56. ¿Qué ocultas?

Capítulo LVI. ¿Qué ocultas?

Aquel primer día en Andorra transcurrió con absoluta normalidad. Comieron en el hotel y, cuando Katsa terminó y se tomó sus correspondientes medicamentos, se dirigieron hacia la ciudad para pasear y hacer compras, en especial Katsa, pero lo que serían regalos para sus padres, por el día de Navidad y por el día de Reyes, así como un pequeño detalle de recuerdo de allí, ya que después quizá no tuviera tiempo por sus entrenamientos con Ethan.

Como Ethan le había dicho a Katsa, aquel día no iría a buscarlos ni estaría con ellos, para que así pudieran disfrutar de su primer y último día libres, ya que tenía pensado todos los horarios de todos los siguientes días, puesto que, su mayor objetivo, era preparar a Katsa para llevar a cabo el fin propuesto.

Por la mañana, a las ocho y media, el móvil de Logan sonó, el cual, girándose hacia la mesita de su lado, puesto que estaba girado hacia Katsa abrazándola por la cintura, apagó la alarma con la mano derecha, dejando aún la izquierda bajo el cuerpo de Katsa.

- Eres preciosa hasta durmiendo. – dijo Logan en voz baja sonriendo dulcemente y acariciándole el pelo con la mano derecha.

- Y tengo tan buen oído hasta dormida. – dijo Katsa de repente con tono jocoso.

Tras aquello, Katsa abrió los ojos y no pudo evitar comenzar a reír al ver la expresión de Logan, el cual se había quedado sorprendido porque lo hubiera escuchado, puesto que habría jurado que estaba completamente dormida.

Katsa se levantó de cintura para arriba, para que así el pudiera sacar su brazo de debajo de ella, y giró la cabeza hacia él, que permanecía mirando hacia el techo, estando aún tumbado, sin decir palabra.

- ¿Te has enfadado? – le preguntó Katsa preocupada porque así fuera.

- No, sólo pensaba en algo. – le respondió Logan sonriendo dulcemente y desviando la mirada hacia ella.

- Y, ¿en qué pensabas? – le preguntó Katsa curiosa y con una sonrisilla.

- Pues, pensaba en mi regalo de Navidad. – comenzó a decirle inclinándose hacia delante, poniéndose como ella, a su lado –. Creo que este año te has superado con tu regalo y que va a ser imposible que lo superes. – le dijo mirándola dulcemente a los ojos.

- Aún no te he dado mi regalo. – le dijo Katsa sonriendo tiernamente.

- Me has dado tu amor, y eso para mí es el mayor regalo que podrías hacerme. – le dijo Logan acariciándole la mejilla dulcemente.

Ante aquello, Katsa no sólo se sintió la persona más afortunada del mundo porque otra persona, su persona amada, le dijera semejante palabras, sino que sintió la misma emoción que había sentido cuando Logan le dijo el día anterior que la amaba, y sintió la misma necesidad de amarlo, protegerlo y tenerlo siempre junto a ella, a su lado y sin nadie más de por medio.

Katsa le sonrió dulcemente, sintiendo cómo su corazón se había acelerado ante semejantes palabras dichas con aquella dulzura que caracterizaba a Logan, y se acercó hacia él para darle un beso digno de semejantes palabras: dulce y lleno de amor.

A Katsa le resultaba casi un sueño que, después de todos aquellos años que habían pasado juntos, después del tiempo que él se separó de ella y apareció Drake en sus vidas, después de que muchas personas les preguntaran si eran novios, finalmente, hubieran comenzado a ser novios, a mirar todo desde otra perspectiva.

Cuando Katsa se separó de él para poder respirar, puesto que, aunque dulce, había sido un beso apasionado, Logan la atrajo hacia él y la abrazó en su pecho, haciendo que Katsa sintiera que no sólo su corazón se había acelerado, sino también el de él.