Capítulo 47. Todo queda claro.

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Capítulo XLVII. Todo queda claro.

En ocasiones, una simple palabra puede cambiarlo todo, cambiar el curso de todo, aclarar dudas o por el contrario plantearlas, provocar un acercamiento entre dos personas o por el contrario, un distanciamiento. Ante una simple palabra como es un no, Drake y Katsa sabían que había servido para aclarar posibles dudas y, también, provocado quizá un distanciamiento entre ambos.

Drake sabía que, así como había cometido un error a separar a Katsa de Logan, acababa de cometer un error al decirle la verdad, que no sentía haber realizado aquella acción, pero no quería mentirle, no a ella. Si su respuesta hacía que Katsa se alejara de él, lo cual vería casi razonable, lo entendería y no pondría pega alguna, pero, si Katsa no se alejaba de él, Drake lo vería a modo de que, quizá, tendría una oportunidad.

Cuando ella volvió a sentarse correctamente en el asiento, sin decirle nada, Drake supo que, a partir de ese momento, le estaría dando miles de vueltas a lo que había sido un simple monosílabo, por ello, no le dijo nada durante el resto del camino, la dejó que pensara tranquilamente, y así parecía estarlo, pero sólo exteriormente.

Ante ese no, Katsa comenzó a analizar toda aquella situación con Drake, ya que aún no podía creerse que él, quien había conocido hacía tan sólo una semana atrás, pudiera tener sentimientos por ella más allá de la amistad, pero, si lo pensaba bien, todo encajaba, el que hubiera atacado el día anterior a Oliver de aquella forma, el cómo había actuado hacía unas horas, el que llevara una foto suya en la visera de su coche, lo cual le hacía pensar que quizá sí era posible aquello, puesto que Drake la había estado vigilando desde hacía meses.

Sin embargo, no quería creerlo, no quería creer que Drake pudiera estar enamorado de ella, ni siquiera quería creer que ella pudiera gustarle a Drake. Para ella, él era un amigo, un gran apoyo que había encontrado cuando más lo había necesitado, si realmente comenzaba a tener sentimientos por ella, respecto a amor y no a amistad, todo aquello se perdería. No podría seguir estando con él si él no veía aquello sólo como amistad.

Así pues, Katsa pensó que lo mejor sería hablar con él directamente, preguntarle qué era lo que sentía por ella, pero, aquello, no era tan fácil. No quería dar la imagen de prepotente o arrogante, creyendo que él estaba enamorado de ella y que luego no fuera así. Aquello le molestaría si se lo hicieran a ella. Pero lo cierto es que no podría averiguarlo si no le preguntaba, ya que no creía que él se lo dijera así como así, sin ella antes preguntarle.

Tras varios minutos más de conducción, Drake llegó hasta la casa de Katsa, la cual, cuando aparcó el coche, se quitó el cinturón y comenzó a quitarse la sudadera de Drake.

- Gracias. – le dijo mientras se la devolvía.

- Puedes quedártela si sigues con frío. – le dijo Drake quitándose el cinturón.

- Tengo mi casa al lado. – le dijo sin poder evitar sonreír.

- Al final una sonrisa desde que me he subido al coche. – le sonriendo y girándose un poco hacia ella.

Katsa no le dijo nada, simplemente asintió y volvió a sonreírle, mientras cogía su sudadera y se la ponía. Ya no estaba completamente mojada, pero estaba demasiado fría para ella, por lo que, habiendo metido tan sólo uno de los brazos, hizo una mueca en señal de que sentía frío y sacó el brazo de nuevo.

Aquello hizo que Drake se riera, no sólo por verla meter y sacar a los dos segundos el brazo, sino por la expresión que su rostro había reflejado.

- ¿De qué te ríes? – le dijo Katsa quitándose la sudadera por completo y dejándola de nuevo sobre sus piernas.

- De la cara que has puesto. – le dijo Drake dejando de reír para poder contestarle.

La chica del Dragón [TERMINADA]Where stories live. Discover now