Capítulo 50. Gratas sorpresas.

1.3K 70 9
                                    

Capítulo L. Gratas sorpresas.

Pese a lo que Katsa hubiera podido pensar, que no había sido buena idea juntar a Drake y Logan, durante el trayecto en coche y la estancia en la habitación de León, ninguno de los dos mostró hostilidad hacia el otro, ni se echaron miradas llenas de odio o veneno como Katsa creyó que harían, pero por suerte para ella, ocurrió todo lo contrario.

Cuando llegaron a la habitación de León, éste se alegró de ver de nuevo a Logan, ya no sólo por el hecho en sí de verlo, sino porque sabía lo que aquello significaba, que Katsa y él volvían a estar juntos, quizá no del modo que esperaba que finalmente ocurriera, pero sí del mismo modo que habían estado anteriormente.

Al llegar a la habitación de León, Katsa creyó que aquello sería una completa locura y una situación muy incómoda, quizá para todos, pero en especial para ella, puesto que creyó que Logan sólo hablaría con ella y con León, y eso si ella y este último no estaban hablando entre sí, y que Drake haría lo mismo con ella y con León, sin embargo, cuando ella comenzó a hablar con León sobre Selene, Logan y Drake comenzaron una conversación que ella no alcanzó a escuchar, pero sí que podía ver que ambos sonreían, por lo que no le preocupó.

- Katsa. – llamó León, haciendo que Katsa volviera la mirada hacia él –. ¿Estás aquí? ¿Qué te ocurre? – le preguntó curioso.

- Nada, perdona. – le dijo moviendo un poco la cabeza –. Es sólo que me impresiona verlos así – dijo mirándolos de nuevo – pero me alegra. – dijo sonriendo.

- Pero dime – comenzó a decir León, haciendo que volviera de nuevo la mirada hacia ella – ¿estás segura de que esos tal Michael y Oliver sólo son amigos de Selene?

- Ya te lo he dicho – dijo Katsa sonriendo – no mostraba ningún signo de que alguno fuera algo más que un amigo. Además, podrías hablarlo con ella ahora que está aquí. – le dijo Katsa subiendo el pie izquierdo a la camilla.

- Se fue dejándome una nota, sin explicación alguna, no he sabido nada de ella durante todo este tiempo, ha vuelto y me he enterado gracias a ti hoy, no ha venido a visitarme aún, ¿de verdad crees que va a venir?, ¿que hay algo de lo que hablar? – le preguntó inclinándose un poco hacia delante.

Katsa sabía que León decía todo aquello por orgullo, no porque un hombre como él no pudiera soportar que alguien le abandonara y de aquella forma, sino porque no podía soportar que la persona a la que había amado durante tanto tiempo, y seguía amando pese a todo, lo hubiera abandonado de aquella forma, hubiera regresado tras no tener noticias suyas, hubiera vuelto a dar señales de vida y no se hubiera dignado al menos a visitarlo o preguntar por él, lo cual sabía de buena mano que no había hecho, aunque a Marcus no le había preguntado, quizá también por orgullo.

- Vale, quizá no venga, pero eso no quita que sí tengáis que hablar, León. – le dijo Katsa con voz dulce.

- Para ser una mocosa de diecisiete años llevas en muchas ocasiones la razón. – le dijo León riendo un poco y bajando la mirada a sus manos.

- Quizá sea eso lo que te moleste y no el que siempre lleve razón. – dijo Katsa irguiéndose y sonriendo triunfante.

- He dicho en muchas ocasiones, tampoco seas arrogante. – le dijo dándole un leve empujón en el brazo.

- ¡Oye! – dijo Katsa acercándose a él y dándole en el brazo no muy fuerte –. Y no te doy más fuerte porque aún estás dolorido.

- Excusas. – dijo León picándola como si fuera un niño.

- Para ser un hombre de treinta tantos años, en muchas ocasiones pareces un crío. – dijo Katsa imitando su tono de voz.

- Pero no siempre. – le dijo León cogiendo la almohada que tenía a la espalda y dándole con ella a Katsa en el costado derecho.

La chica del Dragón [TERMINADA]Where stories live. Discover now