Capítulo 25- ¿Sueño o pesadilla? (1)

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Estoy de nueva cuenta en casa. Me encuentro recostada en mi cama. Se escuchan ruidos. Pero no ruidos comunes de personas hablando, son ruidos infantiles. Sí. Son risas, cosas caerse, voces infantiles. Me levanto de la cama sobresaltada. No tenemos niños en la casa. Mamá y Gordon tienen poco tiempo saliendo, es prácticamente imposible tenga un hermano.

En cuanto me pongo ya de pie me quedo helada. ¿Por qué estoy Bradford? Se supone que yo estoy en Londres, en casa de los chicos encerrada en el cuarto de Zayn.

Los sonidos ahora son más fuertes. Camino hasta la puerta de mi cuarto. La abro. En cuanto la abro, una luz blanca me ciega haciendo que cierre los ojos. Me coloco las palmas de mis manos sobre los ojos. Espero uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve, diez segundos. Vuelvo a abrir los ojos. Me encuentro frente a un gran campo, hay miles de flores, hay amarillas, lilas, moradas, rosas, rojas, verdes, azules… de muchos colores. Ya no me encuentro en mi casa.

— ¿Estas lista? —escucho una voz ronca tras de mí.

Me doy vuelta. Me encuentro con Harry. Lleva un esmoquin negro. Sus rulos están perfectamente ordenados, se ve un poco mayor. Tiene una gran sonrisa en el rostro. La clara luz del sol hace que se vea radiante.

— ¿Dónde estamos? ¿Lista para qué? —pregunto.

El suelta una pequeña risa. Baja la vista. Acomoda los rulos que se le fueron al rostro. Voltea a verme, aún tiene una sonrisa en el rostro.

—Linda, estamos en Alemania. Es el día de tu boda —dice él. Toma un ramo que estaba en una mesa a unos metros de nosotros.

— ¿Mi boda? ¿Con quién me voy a casar? ¿Cuántos años tengo? ¿Cuántos años tiene él? —pregunto rápidamente.

—Sí, linda, TU boda. Tienes 25 años… y no, no te diré con quién te casarás. Es una sorpresa —tomo yo el ramo que me ofrece—. Ahora ve con las chicas, te están esperando.

Me conduce a una casa. Me doy cuenta de que habíamos estado platicando en una terraza. Me está conduciendo al segundo piso. Hay un largo y ancho pasillo. De cada lado hay 15 puertas. Me toma de la mano. Reconozco que es un gesto de amistad.

— ¿Tú vas a ser el padrino? —pregunto repentinamente.

—Claro, linda. Yo y los chicos —dice. No da nombres.

— ¿Cuáles chicos? —indago para que me de los nombres.

—Cariño, ya sabes, los chicos.

No me da tiempo de indagar más. Llegamos a una puerta. Es la tercera puerta a la izquierda. Harry toca varias veces la puerta.

— ¿Quién es? —dice una voz femenina.

—Soy yo —responde Harry con una sonrisa. Imagino sabe a la perfección quien es la dueña de la voz.

— ¿Qué quieres? —pregunta una tercera.

—Vengo con Ivy —dice un poco serio y habla más lento de lo usual.

Se escuchan ruidos, personas hablando, gritos de emoción. Pasa un minuto. Lo cuento. Volteo a ver a Harry que está mirando al piso. Volteo a mirar a la puerta. Tiene un número: 127. Vuelvo a ver a Harry. Su mirada sigue posada en el suelo.

—Harry… —lo llamo. Él me voltea a ver. Sonríe al escuchar su nombre.

—Dime, linda.

— ¿Estamos en un hotel?

—Sí, linda. Aquí solo se hospedaran los invitados. Ah y claro, aquí celebraremos la boda junto con la recepción.

Una Mentira, Un Error, Un Amor {Z.M}Where stories live. Discover now