Capítulo 16- De nuevo a Londres.

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Zayn.

Desperté el viernes al medio día. Bajé en pijama a desayunar. Para no tener que hacer algo, le dije a mamá que me sentía mal, como enfermo. Ella me creyó y no me dijo nada.

Subí de nuevo a mi habitación y pasé el resto del día leyendo algo sobre historia del arte. El libro era interesante, pero no podía dejar de pensar en todo lo que había pasado.

A la hora de la comida Waliyha fue a decirme que debía de bajar porque papá lo decía. De favor le pedí que le dijera que estaba dormido o algo por el estilo.

Dos horas después volvieron a tocar la puerta. Dejé el libro y fingí estar dormido. A los pocos segundos la abrieron y la volvieron a cerrar. Estaba a punto de abrir los ojos cuando sentí como alguien se sentaba a los pies de la cama. Entre abrí los ojos y divisé su silueta. Me miraba ella serenamente. Era Doniya.

—Ya despierta, bello durmiente.

—Eres tú —dije abriendo ya por completo los ojos.

—Tranquilo. Papá fue a hacer unas cosas fuera de casa. —Suspiré aliviado —Bueno, ahora dime que tienes. Mamá me dijo que estabas “enfermo”.

— ¡Es cierto! Creo que tengo fiebre —mentí.

—Sí, estas enfermo… Pero de desamor.

—Ya, déjame.

— ¿Piensas estar así por siempre?

— ¿Qué? —era más que obvio que no comprendía.

—Zayn, no te puedes pasar todo el día así: acostado en tu cuarto sin hacer nada.

— ¿Y qué quieres que haga?

—Hablé con Ivy, está igual molesta conmigo… y está en su derecho. ¿Ves? No eres el único.

— ¿Qué te dijo? —pregunté desesperado.

— ¡Tranquilo Hombre! Tal cual te dije, ella te sigue amando. Me dijo que aunque te ama… te odia —hizo una pausa—. Ella igual se siente como tú, pero Xime no deja que se sienta mal.

—Uhm, me gustaría estar con los chicos…

—Te entiendo. Pero no te preocupes, ya mañana estarás con ellos.

Ya no quise hablar más y me volví a acostar para dormir. Desperté hasta el día siguiente, por suerte nadie me había interrumpido.

Me puse unos jeans junto con una playera Obey de mangas largas. Era color rosado, con estampado de una calavera y la palabra “Obey”.

Desayuné junto con los demás. Al terminar ayudé a mamá a preparar todo para la comida. Cuando terminamos tuvimos: sándwiches, en los que sustituimos el jamón por trozos de tocino, un poco de crema de elote, rollitos de jamón y unos cuantos platillos británicos.

Papá, las chicas y yo ordenamos el jardín para recibir a los invitados.  Pensé que solo seríamos la familia de Ivy y la mía, pero no, mis primos y algunos de mis amigos vinieron también.

***

La comida llevaba media hora de iniciada cuando vi a Ivy entrar a la casa. De inmediato mamá me pidió que la recibiera.

Me acerqué a ellos y los saludé.

—Veo que mucha gente vino a despedirse de ti —mencionó Xime.

—Yo no sabía nada. Mamá y papá fueron quienes invitaron a la mayoría.

—Les quedó muy bien —intervino Ivy—, que pena que sea para despedirte. Digo es una ocasión especial, pero lo malo es que es para despedirte —hizo media sonrisa.

Una Mentira, Un Error, Un Amor {Z.M}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora