Una Mentira, Un Error, Un Amor {Z.M}

Capítulo 9- Mentiras.

Zayn.

Salimos del estacionamiento para meternos al tráfico. Oh, diablos. Tan solo recorrimos unas cuantas cuadras en cuanto nos atascamos. Esto iba para largo, lo sabía por la manifestación de la que llegué a escuchar.

— ¡Detesto el tráfico! —grité y me tapé el rostro con las manos.

—Y nosotros que pensamos que sería más rápido ir en carro.

—No sabría qué iba a haber tanto tráfico. —pronuncié mientras la miraba directo a sus ojos.

Pasamos unos minutos sin hablar, dejando que la música llenara el carro. Movía mis dedos sobre el manubrio exasperado por la tardanza que había.

—Ahora vengo —dijo de pronto Ivy.

—¿A dónde vas?

—Hay una tienda en la esquina, iré a comprar algo mientras estamos aquí, no creo que salgamos pronto.

Y tras decir eso salió del auto sin decir nada más. Con la mirada la seguí hasta que entró a la tienda. Esperé por unos minutos antes de que volviera a entrar al auto.

—Traje unas cuantas papás y refrescos para ti y para mí —dijo en cuanto entró.

Me sonrió. Yo de igual manera le sonreí y fue cuando me di cuenta de que Xime no estaba. Volteé a ver hacia el asiento trasero, pero nada. En mi cabeza, lo único que se formulaba era saber dónde estaba ella. Por lo que sabía, ella siempre estaba casi siempre en casa de Ivy o viceversa. Además, ella se había quedado a dormir en casa de Ivy después de ir al parque de diversiones.

— ¿Qué pasa Zayn? —Ivy colocó una mano sobre la mía para llamar mi atención.

— ¿Dónde está Xime? ¿La dejamos en el centro comercial? ¿Está en tu casa?

—Zayn… —pausó—. Ella se fue temprano, sus padres pasaron por ella. Tenía cosas que hacer.

—No sabía

— ¿Pensaste que la habíamos olvidado?

—Algo así. —Sonreímos. Comenzamos a avanzar un poco hasta que volvimos a detenernos. — Algo me dice que estaremos aquí por siempre… —dije.

—Pues mientras estamos en ese “por siempre” ¿Por qué no jugamos algo?

— ¿Cómo qué?

—Uhm… ¿Qué tal “preguntas y respuestas”? —la miré extrañado— Sí… cuando voy a Alemania siempre lo juego con mis primos.

—Me gusta —le sonreí— ¿Quién empieza? ¿Tú o yo?

—Tú —dijo más sonriente.

—Está bien —hice una pausa—. ¿Cuál es tu canción favorita?

—Skyscraper, de Demi Lovato. ¿Color favorito?

—Turquesa… ¿Cereal favorito?

—Kellog’s… ¿Libro o película?

—Libro… ¿Perro o gato?

— ¡Perro!... ¿Número de la suerte?

—5…

Y así seguimos preguntándonos cosas durante casi una hora, a veces nuestras preguntas eran tan bobas que nos reíamos de ellas. El tráfico ya estaba disminuyendo y cada vez estábamos más cerca de salir de ahí.

— ¿Lo que menos te gusta? —pregunté.

—Las mentiras.

— ¿Mentiras?