Celebrando 100K [1]: Extra 7 - Mini-relatos AU

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Pequeños relatos con los protagonistas de Su Voz en mundos elegidos de forma muy random, que sólo buscan sacaros una sonrisa, sorprenderos o, sencillamente, que paséis un buen rato. Es mi forma de agradecer esas 100K :D ¡Os quiero! :)

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Relato 1: Barcelona Ghoul

Otra noche de fiesta, de música ensordecedora. Otra discoteca en la que una chica bailaba sola, brillaba en medio de la pista. Sus amigas se habían quedado apartadas, ya que eran demasiado tímidas para atreverse a bailar sin compañía, y aún no tenían edad suficiente para beber y olvidarse de la vergüenza. La chica, en cambio, carecía de ella. Se movía, contoneaba las caderas al son de cada canción. Se restregaba con los que se acercaban a ella, aunque sólo si se sentía con ganas de hacerlo. Era ella quien marcaba los límites, la que imponía sus reglas, y pobre del que no las respetara. Deslizaba los dedos por su melena pelirroja, seductora y, a la vez, dejando que la sedujeran. Por doquier resplandecían los ojos de los depredadores nocturnos, aquellos que querían acercarse y llevársela.

Lo que no podían imaginar era que la verdadera depredadora era ella.

Llegó hasta su nariz un olor dulce y apetitoso, junto al chico que lo desprendía por cada poro de su piel. No estaba nada mal: ojos azul celeste bajo las luces del local, una melena a la moda y ropa de marca. Nada de aquello importaba. Lo importante era lo que había debajo de la ropa. Sus músculos se marcaban levemente, así que hacía deporte. Aquello los haría más apetitosos cuando les hincara el diente.

Dejó que el chico se acercara, le pasó los brazos por el cuello y se colgó de él, aceptándole, cazándole sin que él lo supiera. Bailaron un rato, se hablaron entre susurros y le rio todas las tonterías que soltaba por aquella boca que iba a destrozar con los dientes. No le rechazó cuando el chico empezó a besarla, incluso le mordió un poco el labio hasta hacerle sangrar. Tampoco demasiado, una sola gota del rojizo líquido se deslizó hasta su lengua. Ese gesto que hizo que él se estremeciera, para ella fue un aperitivo.

Lo siguiente era fácil; con un simple movimiento de cadera, un roce de entrepiernas, y un susurro acompañado de un mordisco en la oreja consiguió que la arrastrara hasta la puerta trasera de la discoteca. A la salida había un callejón oscuro, poblado únicamente por contenedores de basura. Dejó que su víctima la empotrara contra la pared y le empezara a morder el cuello. Al fin y al cabo, le interesaba que mantuviera aquella temperatura temporal, así su cadáver tardaría más en enfriarse una vez lo hubiera matado.

Cuando el chico intentó meterle la mano por debajo de la ropa se cansó. Se sentía excitada, pero no por los toqueteos, ni el baile, ni los besos. Lo que la ponía frenética era sentir el pulso acelerado, la sangre, caliente y tan deliciosa, viajando por el cuerpo contrario. Los músculos en tensión, la carne tersa y lista para que se la comiera, la fina capa de grasa que la cubría.

-¿Sabes? Mi sueño es ser médico -le explicó antes de dar la vuelta y apoyarle contra la pared. Subió las manos por su torso antes de dejarlas en el cuello con una suave caricia, esbozando una sonrisa seductora.

-¿De verdad? ¿No es muy complicado?

-Depende. Tienes que ir con mucho cuidado, porque el cuerpo humano es algo muy débil -murmuró, acariciándole la nuca-. Por ejemplo, está la columna vertebral. Es una de las partes más importantes, sin ella no podríamos vivir. Y en cambio está ahí, tan desprotegida y frágil. A veces, un simple golpe, un mal gesto puede hacer que se dañe provocando secuelas para toda la vida. En otras ocasiones, incluso puedes morirte. -Notaba las cervicales del chico, y afianzó bien los dedos sobre ellas, buscando la posición idónea. Él, creyendo que era un jueguecito de seducción, sonreía como un imbécil-. ¿Ves? Como ahora.

Su Voz (Homoerótica) [En proceso + editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora