Capítulo 24: ... y una cagada lleva a otra cagada.

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Teníais ganas de que llegara el martes, ¿eh? xDDDDDDDDDDU Muchas gracias por todas las lecturas que he recibido estos días, han sido muchísimas <3 Sois geniales, de verdad :3

Espero que os guste, nos leemos~

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Desde que vio a Álex por primera vez, se había imaginado mil y una veces cómo sería su primer beso, pero tenía claro que sería con él. Fantaseaba con encontrarse con él en la escuela o el trabajo, tener el suficiente valor como para hablarle y acercarse lo suficientemente a él hasta que el castaño se enamorara, y entonces, en el momento perfecto y rodeados del ambiente ideal, se inclinaría sobre Álex, le abrazaría, se dejaría abrazar y presionaría cuidadosamente sus labios con los contrarios hasta que se fundieran en un solo ser. Para ser alguien que nunca había tenido un romance con nadie poseía la que probablemente fuera la mente más moñas de la historia.

Y lo que jamás le había pasado por la cabeza era que al final lo acabaría compartiendo con Pau.

No era que el beso no le gustara, más bien al contrario. Los labios de Pau eran suaves, y se amoldaban perfectamente a los suyos. Notaba su calidez sobre la piel, y un leve cosquilleo allí donde sus narices se rozaban. También sentía la humedad de la saliva contraria empezando a empaparle los labios a pesar de que no se habían movido ni un milímetro desde que Pau había dado el paso, como si ambos estuvieran valorando qué haría el otro. Por su parte, Eric no pensaba en nada. Estaba completamente centrado en lo que sentía, en el calor que empezaba a agolparse en sus mejillas mientras notaba que un leve suspiro contrario moría contra su boca. La mano que permanecía sobre su cara parecía estar al rojo vivo, y le impedía separarse del rostro contrario.

Entonces, la otra mano se colocó gentilmente sobre la zona baja de su espalda, usando ese agarre para atraerle más hacia él a la vez que la boca contraria se entreabría, y la lengua de Pau luchaba por separarle los labios. Ese fue el momento en el que Eric recuperó la poca cordura que le quedaba, se deshizo de su agarre y rompió aquel contacto que apenas unos segundos antes había sido íntimo.

- ¿Qué haces? - preguntó inútilmente a la vez que limpiaba los restos de saliva de su piel con el dorso de la mano.

- A buenas horas me lo preguntas - rio suavemente el moreno, intentando un nuevo acercamiento que Eric rechazó dando un paso atrás. - Es obvio que te he besado, y no ha sido porque sí. Me gustas desde que te conocí, y no finjas porque, aunque no te lo haya dicho nunca, lo sabías perfectamente.

Claro que lo sabía, como para no darse cuenta. Pau había empezado a tontear con él el día de la piscina, y desde entonces sus insinuaciones habían ido cada vez a más, hasta el punto en el que le había estado lanzando su declaración de intenciones medio velada tras una sospechosa oferta de hacer cualquier cosa que le pidiera. Y él, en vez de hablar las cosas desde el principio y parar aquello, le había seguido el juego. Era demasiado cobarde como para sacar él el tema, y también se sentía culpable porque en el fondo le había gustado mucho recibir aquella atención por parte de su amigo. Lo único que había hecho era intentar evitarle, y al final acabó pasando aún más tiempo con él.

- ¿Y te parece que este es el mejor momento para algo así? - preguntó él, sonrojado y esquivando su mirada, sintiéndose el culpable de todos los males del mundo.

- No, pero tampoco me ha parecido mal. Tenía ganas de besarte y lo he hecho, estabas hecho una mierda.

- Oh, estoy mucho mejor después de haberme morreado con un amigo delante de la casa de mi otro amigo, con el que acabo de pelearme por no decir antes que soy gay. Muchas gracias - espetó sarcásticamente, pues la culpa empezaba a convertirse en cabreo. Ya ni siquiera sabía lo que sentía, lo único que deseaba era irse de allí.

Su Voz (Homoerótica) [En proceso + editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora