Capítulo 46: Mensajes, una llamada y dos tontos enamorados

4.4K 406 573
                                    

Bueno, siento el retraso con el capi, que estoy pochilla y no escribo tan bien como me gustaría. Pero brace yourselves, porque en nada llegarán las 100k (*OOOOOOO*) y con ellas los extras que tengo preparados :3 Así que tendréis muchas dosis de Su Voz ;) Espero que os guste el capítulo, nos leemos~

************************************************

Álex le acompañó en sus sueños durante toda la noche, como tantas otras veces. En ellos le sentía tan cerca, parecía tan real que, sabiendo que era domingo y dudando de que se molestara en ir a verle otra vez al restaurante, se quedó un rato más en la cama disfrutando del regalo que era su presencia en sus fantasías. Veía aquellas sonrisas que le dedicaba cuando menos se lo esperaba, y repasaba una y otra vez la conversación que habían mantenido el día anterior, mientras seguía sintiéndose algo culpable por no haber aceptado su invitación. No era del todo feliz porque creía que había desaprovechado una gran oportunidad, pese a ser consciente de que no hubiera aguantado ni dos minutos de pie donde fuera que Álex quería llevarle, pero al menos allí, en sus pensamientos, le tenía a su alcance y no se centraba en las veinticuatro horas que debería pasar alejado de él. Tardó un rato en darse cuenta de lo cutre y, a la vez, obsesivo que era fantasear de esa forma con alguien con quien no tenía ninguna relación fuera del trabajo.

Cuando, medio avergonzado de sí mismo, se desperezó y se levantó, lo primero que hizo tras levantar la cortina fue buscar su móvil, que en algún momento de la noche había decidido caerse al suelo, y quitarle el modo silencioso para enterarse si le enviaban algún mensaje. Estos ya habían empezado a llegar ya mientras hacía el idiota en la cama. Desplazó el dedo por la pantalla táctil hasta abrir el primero, uno de buenos días de parte de Pau. No tardó en contestarle, aunque ignoró el siguiente, que era Carles explicando que se había iluminado y, a las cuatro de la madrugada, les había enviado todo un supuesto "plan genial", como él mismo lo calificaba, para el viaje que planeaban hacer. No se dignó ni en leer ni la mitad, perdió el interés cuando sugería ir a Japón. Con el presupuesto con el que contaba Eric apenas podrían salir de Catalunya, y además no tuvo que decir nada porque Pau ya se había encargado de meterle la bronca porque él, por primera vez en su vida, no podía pasarse con el dinero.

Otra parrafada fue la que le había enviado Anna, dándole de nuevo la brasa y ofreciéndole una minuciosa interpretación de todas las señales que, según ella, le había estado mandando Álex la noche anterior. A ella sí que le dijo algo, aunque no le contestó a nada de lo que le había explicado y se limitó a replicar que ya hablarían más tarde, en el trabajo. Apenas eran las ocho de la mañana, ¿es que ninguno de sus amigos dormía o qué pasaba?

Pero el mensaje que hizo que el corazón le diera un vuelco fue el último que vio, el único que no esperaba. No podía mentir: al meterse en la cama la noche anterior, había pasado un período de tiempo demasiado largo observando unas simples cuatro letras en la oscuridad, discutiendo consigo mismo sobre si debería enviarle un mensaje de buenas noches, viendo que de vez en cuando se conectaba a la aplicación de mensajería y, en general, perdido en la adorable expresión que el doblador lucía en su imagen de perfil. Al final se rindió y no hizo nada, salvo dormirse sin olvidarse de sus preciosos ojos azules. Realmente lo suyo empezaba a rozar la obsesión.

Él no le había dicho nada a Álex, así que no tenía ninguna razón para esperar que el doblador malgastara su tiempo escribiéndole. Y aun así allí estaba el escueto mensaje de buenos días, un emoticono sonriente y una disculpa por si le pillaba durmiendo y le despertaba. No le había despertado, aunque no le habría molestado que lo hubiera hecho. La mejor parte de todas era que se lo había enviado pocos minutos atrás. Poco tardó en escribir su respuesta y la envió mientras el latido de su corazón se aceleraba y sus labios esbozaban una ancha sonrisa.

Su Voz (Homoerótica) [En proceso + editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora