Celebrando 50.000 lecturas - Capítulo extra 3: Basorexia (1)

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Ufff, ¿qué os puedo decir? Todavía estoy alucinando bastante T____T Os prometo que cuando empecé no me imaginaba llegar a esta cifra ni en mis mejores sueños. No sabéis lo que significa para mí colgar un capítulo y recibir una tonelada de votos y comentarios (me la pela que a algunos les parezcan pocos, para mí son muchos). Me emociona profundamente saber que esperáis cada capítulo con ganas, y, creo, con un poco de la ilusión que yo pongo en todos ellos :) Gracias por estar ahí en todo momento, por todas vuestras palabras de apoyo, por leerme y aguantar con paciencia cuando no puedo actualizar o tardo en hacerlo. Espero que el extra os guste, y os recompense un poco por lo de la semana pasada ;)

¡Nos leemos! :)

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Pau se desperezó tras levantarse de la corta siesta que se había echado antes de quedar con los chicos. La cabeza le dolía, aunque la resaca ya casi se había esfumado después de unas cuantas horas de sueño y varios vasos de agua. Había vuelto a las tantas la noche anterior porque la chica que había conocido en un bar y que, tras un par de copas, le había llevado hasta su piso de estudiantes para que le hiciera lo que le apeteciera se puso demasiado pesada tratando de convencerle para que pasara la noche con ella. Después de dos polvos no tenía ganas de abrazarla y decirle chorradas, quería irse a su cama a dormir tranquilamente.

Al final se había deshecho de ella con su arma más poderosa: una sinceridad brutal. Le había soltado en toda la cara que sólo había sido sexo y que le dejara en paz porque quería estar fresco al día siguiente para quedar con sus amigos. No se había llevado una hostia de milagro, pero sí que volvió a casa con los tímpanos casi perforados gracias a los insultos a voz en cuello que le dedicó.

Sacudió la cabeza para no pensar más en aquello. Ni que fuera la primera vez que le pasaba. Cogió su móvil para mirar la hora y entonces se percató del día que era, y entendió, a la vez, la insistencia de Carles para quedar aquella tarde. Era ese día del año en el que Barcelona llenaba sus calles de libros y rosas. La gente se echaba a la calle para disfrutar en pareja, con amigos o en familia de una de las festividades más importantes de Catalunya: el día de Sant Jordi. (2)

Y, por primera vez en su vida, él tenía a alguien a quien podía considerar su "pareja", o al menos hasta cierto punto. Porque por mucho que hubieran quedado los tres, él sabía perfectamente que en el momento en el que Eric apareciera lo demás quedaría relegado a un segundo plano. Todavía no sabía cómo lo había hecho, pero había conseguido que el pelirrojo aceptara tener algo con él, y les estaba yendo tan bien que casi no se lo creía.

Se querían como amigos, pero actuaban como si fueran novios. Sabía lo que aquello podía llegar a parecer, y de hecho Carles le había cuestionado un par de veces en privado y con tono jocoso si no se estaría enamorando del pelirrojo. Pero en realidad era parte de su estrategia para que el susodicho acabara cayendo y poder tener sexo con él. Ponía todo su esfuerzo y paciencia en tratarle bien, y aunque a paso de tortuga, iban progresando. Casi estalló de felicidad la primera vez en que Eric le reclamó un beso con lengua. No habían pasado de ahí, pero le notaba cada vez más ansioso, y sabía que en un momento u otro cruzarían un poco más aquella línea que, un par de meses atrás, ni siquiera existía.

Aunque tenía que admitir que era muy reconfortante saber que le tenía ahí para un beso o un abrazo siempre que quisiera.

Como era Sant Jordi debía cumplir con la tradición. Volvió a coger su teléfono para marcar uno de los pocos números que siempre recordaba. Hacía lo mismo cada año, pero aquella vez tenía aún más motivos para llamar a una de las personas más importantes e influyentes de su vida.

- ¿Sí? - Oyó que contestaban, y al momento visualizó a su tío respondiendo a la llamada con aquella imborrable sonrisa de felicidad, como si estuviera delante de él.

Su Voz (Homoerótica) [En proceso + editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora