Su Voz (Homoerótica) [En proceso + editando]

Capítulo 16: Preparativos navideños

Hacer los capítulos de Navidad por Navidad era demasiado mainstream :3

Espero que os guste, nos leemos ;)

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Al pasar los días y entrar en diciembre, Barcelona se fue transformando. Las calles se llenaban de luces de colores en los lugares más emblemáticos y transitados de la ciudad condal, mientras una legión de peluches de Papá Noel asaltaba y colonizaba miles de balcones. Todo estaba lleno de publicidad referente a la festividad que se avecinaba, era imposible pasear durante diez minutos y no llevarse un par de panfletos de jugueterías. Y, también, era difícil no pararse cada dos por tres en las calles más concurridas, al ser asaltado por trabajadores de ONGs que, apelando a la caridad que supuestamente nace en todo ser humano por Navidad y, de paso, aprovechando el tirón consumista, intentaban ganar algún socio nuevo a base de su verborrea incansable.

En cambio, ese ambiente festivo no llegaba a barrios como el de Eric, en el que ningún turista se aventuraba si no era por error. Y claro, al ayuntamiento no le resultaba beneficioso intentar embellecer esa parte de la ciudad. Las únicas luces navideñas eran las que ponían los tenderos en sus locales, y las que se veían en las decoraciones de los pisos. Aun así, el frenesí por vender lo máximo posible era el mismo en un lugar pijo del centro que en la tienda de moda para señoras mayores de su edificio.

Y allí estaban ellos tres, paseando por una de las partes más emblemáticas. Mientras Eric observaba al Arco del Triunfo, erguido en medio del paseo con sus ladrillos rojos y blancos, no paraba de preguntarse cómo había conseguido Carles arrastrarles hasta ahí. Sabía que habían empezado en las Ramblas y que lentamente, con la excusa de dar una vuelta, habían acabado en pleno Triangle Friki (1), recorriendo todo el Passeig de Sant Joan. Por un sábado en el que tenía fiesta, y acababan ahí…

Eso sí, al menos el ambiente estaba animado. A parte de los compradores compulsivos que se veían por todas partes en aquella época y los asiáticos que vivían allí y que eran dueños de gran parte de los negocios que se veían, nutridos grupos de adolescentes pululaban por el lugar, a cada cual más ruidoso y llamativo que el anterior. Había de todo, literalmente. Chicas y chicos con orejas de gatos o gorras que le recordaban a personajes de algunos anime que había visto cuando era pequeño, gente que vestía como si el negro fuera el único color del mundo, o con sudaderas con diversos personajes estampados. De una tienda pequeña y escondida salieron dos chicas vestidas con faldas abultadas, camisas de mangas abullonadas, medias de encaje y complementos que recordaban a los de las criadas del siglo diecinueve, colmando aquella imagen con largas pelucas de rizos irreales.

- El día en que me vaya a Akihabara será como esto, pero aún mucho más brutal – comentaba Carles en ese momento, mientras Pau perseguía con la mirada las bamboleantes caderas de las chicas, que se alejaban riendo y cotilleando las compras que habían realizado.

- Si hay más tías de estas me vengo contigo – le contestó el moreno.

- Tío, ¿no has visto nunca un reportaje de Japón? Está lleno de lolis (2).

- Pues cuando vayas me avisas, que me pillo el billete. Y Eric también se viene, ya le invito yo.

Mientras el pelirrojo negaba energéticamente con la cabeza, vio que Carles ponía los ojos en blanco.

- Putos ricos. Yo llevo un año ahorrando y aún no tengo ni para el hotel, y tú quieres pagarle el viaje también a Eric – contestó con resignación.

- Eh, que si estás celoso también te invito, nos vamos los tres a Japón a buscarnos unas lolas de estas.

- Lolis, son lolis. Pues anda que si te cuento que hay cafeterías en las que tías vestidas de sirvientas te traen la comida y la bebida y te tratan como si fueras su señor…