Su Voz (Homoerótica) [En proceso + editando]

Capítulo 5: Tarde en la piscina

Aoi al hablaa~ Bueno, sólo quiero decir que en este capítulo hay un pequeño "cameo" publicitario ;) Ediciones Tomodomo ha anunciado la licencia de Seven Days, uno de mis mangas favoritos, y esta es mi forma de agradecerles que lo hayan hecho :) Así que siento si molesta que me ponga en plan publiitario, pero realmente me apetecía hacerles mi pequeño tributo desde aquí, incluyéndoles en mi obra. Ahora sí, disfrutad del capítulo~~ :3

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El resto de la semana se le pasó en un suspiro, ocupado como estaba tanto con las clases en la academia como en el trabajo, ya que, gracias al calor y buen tiempo que estaban acompañando a aquel setiembre, había más turistas en la ciudad. Ese hecho se traducía en más clientes, y por tanto, en más trabajo para él, a pesar de que había conseguido el día libre. Además, estaba extremadamente emocionado por la quedada del fin de semana con sus amigos, así que quiso dejarlo todo hecho durante la semana para poder dedicar la tarde del sábado a disfrutar y pasarlo bien.

Por ello, la mañana del sábado se levantó pronto a pesar de ser fin de semana. No era sólo que, por culpa de la emoción, no tuviera sueño; sino que aún tenía bastantes cosas pendientes por hacer. Hacía años que, desde que tanto él como Blanca eran lo suficientemente mayores como para tomar ciertas responsabilidades, se ocupaban los fines de semana de hacer las tareas de la casa entre los dos. Ya limpiaba suficientemente su madre en las casas de los demás como para tener que hacerlo también en la suya propia.

Su hermana, que se había pasado la semana diciendo que iba de culo por el cambio de la ESO a Bachillerato, aún estaba durmiendo, así que, tras una ducha fugaz y un frugal desayuno, decidió empezar sin ella por una vez. Se puso los auriculares y fue barriendo a ritmo de punk y rock la pequeña pero acogedora superficie que formaba el hogar en el que se había criado.  Se perdió en los acordes de las guitarras, el golpeteo de la batería, el vaivén del bajo y las diferentes voces de los cantantes que se incluían en su lista de reproducción. Se perdió de tal forma, que, cuando quiso darse cuenta, ya había barrido, fregado, limpiado los baños y cristales, y repasado cada rincón de la casa, que desprendía un agradable aroma a limón y a productos de limpieza.

Entretenido como estaba acompañando con su voz a los acordes de No Reason, canción de Sum 41, su grupo favorito, no se dio cuenta de que tenía más público del esperado. Para cuando quiso abrir los ojos y mirar al pasillo, allí estaba su hermana, aplaudiendo exageradamente mientras lucía una sonrisa socarrona.

- ¿Y tú quieres ser doblador? Suerte que no te ha dado por ser cantante, lo tendrías jodido – la oyó decir cuando se quitó los auriculares.

- Buenos días a ti también, marmota.

- Buenos días – contestó contenta mientras se tiraba en el sofá, tomando el mando de la tele – Qué bien se ve la vida cuando los demás te hacen el trabajo… Tráeme el desayuno, esclavo.

- Y una mierda, si lo quieres te lo vas a buscar tú. Que me has dejado solo limpiando – saltó Eric, ligeramente cabreado porque se aprovechaba demasiado de él.

- No te sulfures, que es broma. El próximo fin de semana limpio yo para compensártelo.

Lo siguiente que notó fue la suave piel de su hermana rozándole el antebrazo, un estirón, y, casi sin darse cuenta, estaba tirado en el sofá a su lado. Más calmado, y sintiéndose un poco mal por haberse cabreado por una decisión que, en el fondo, había tomado él mismo, le rodó los hombros con ambos brazos, acomodándose con ella. En la televisión se podía ver una serie de dibujos que solían ver juntos cuando eran pequeños y que, por un momento, le arrastró unos cuantos años atrás en el pasado.