Cuando menos lo esperas... ©

Capítulo 27: "Parque"

Martes, 7:30 AM

Abro lentamente los ojos y veo demasiada luz asomándose por la ventana, lo que hace retorcerme entre las sábanas y girar mi cuerpo en la otra dirección.

Doy un respingo al ver la cara de Carlos mirándome con una sonrisa.

--¿Que?--digo con una pequeña risa.

Sigue mirándome fijamente, agacho la cabeza tímidamente y me tapo mi cara con las sábanas, pareciendo una niña de 5 años. Si, penoso.

Escucho su risa y me destapa. Me saca de la cama de un tirón y acabo encima de su hombro boca abajo y él sujetándome por las piernas.

--¡Carlos! ¡Bájame!--grito y me da una palmada en el culo.--¡Eh!

--¡Ts! Vas a despertar a todos--susurra bajando las escaleras conmigo encima.

--¡Carlos!--susurro.

--¿Que?--dice tranquilo y yo gruño.

--Bájame ahora mismo--le mando.

--No--contesta riendo.

--¡Ayuda!--grito a pleno pulmón y Carlos me pega otra palmada en el culo, pero esta vez un poco mas fuerte--¡Hay un sádico en casa!

Finalmente acaba de bajar las escaleras y me baja de su hombro.

Miro lo que llevo puesto y abro los ojos mas de la cuenta. ¡La camiseta de Carlos! 

Le miro rápidamente y él ríe.

--Me gusta cuando te sonrojas--comenta y sonríe enseñando sus perfectos hoyuelos.

Bajo la camiseta que llevo puesta lo máximo para que no se me vea nada y le vuelvo a mirar.

--A mi...--suspiro y cojo aire--Me encantan tus hoyuelos.

Me mira sorprendido y le sonrío coqueta. Después me acerco a él decidida, enredo mis manos a su cuello y le doy un pequeño beso en la mejilla.

Sigue mirándome sorprendido, suelto mis manos de su cuello y doy media vuelta.

Siento su agarre en mi muñeca y me hace girar 180 grados. Se acerca a mi oído y noto como mi corazón late muy deprisa.

--A mi me gusta como te queda mi camiseta, te hace mas atractiva--susurra. Noto un escalofrío por todo el cuerpo y le aparto rápidamente.

--Yo...Emm... ¡Pervertido!--digo fuera de si.

--Tranquila, bipolar--dice riéndose y me aproxima a él agarrándome por la cintura.

Yo apoyo mis manos en sus hombros y alzo mi mirada para conectar con la suya.

Su mirada cae en mis labios y yo en los suyos. Sonreímos y nos acercamos lentamente hasta que...

--¡Carlos!--grita Alex desde arriba mirándonos con asco--¡Tanto amor no, por favor!

Miro a Carlos cansada, después nos reímos y nos separamos.

--¿Y Ali?--pregunto después de un silencio bastante incómodo.

Se le forma una cara de enamorado y río.

--Mi princesa está durmiendo--contesta orgulloso y yo miro rápidamente a Carlos.

--¡Tanto amor no, por favor!--decimos al unísono Carlos y yo.

Él gruñe y entra otra vez a la habitación donde está Ali.

--Espera--digo--¿Qué hora es?

Mira el reloj de la cocina y se le abren los ojos mas de la cuenta.