Capítulo 18: "En estado de shock"

31.3K 1.5K 235
                                    

Dios, ¡que luz mas estresante! no para de darme en la cara y no logro abrir los ojos por su culpa.

Me levanto poco a poco y rápidamente me toco la costilla. Mierda, como duele.

-Señorita, te aconsejo que no te levantes.-dice una voz de mujer.

-¿Dónde estoy?-pregunto sin moverme.

-Tranquila, estas en el hospital de la ciudad-dice como si nada y me levanto de golpe.

-¡Auch!-exclamo y me vuelvo a tumbar.

-Ah y eso es que alguien te dio una paliza y por poco te rompe la costilla-explica un poco mas asustada.

-¿Y quién me trajo aquí? porque no me acuerdo de nada, solo que Bárbara...-me callo de repente-será...-me pongo roja de la furia.

Se acerca la enfermera a mi y me toca la frente.

-Ya nos ocuparemos de esa chica, ahora tienes que descansar-se da media vuelta pero me vuelve a mirar-esa tal Bárbara ¿que tacones llevaba? porque te ha dejado hasta la marca.

-Esa lleva un tobogán, no tacones.-resoplo y cojo aire-pero yo te he hecho otra pregunta, ¿quien me trajo aquí?

-Pues un chico bastante atractivo-dice y ¿se sonroja?-pero el nombre no me lo dijo.

-Ah, bien-digo lo mas tranquila que puedo, quiero saber quien es el chico. Si Ali no se hubiera ido al baño, nada de esto estaría pasando ya que ella tiene un carácter bastante fuerte y no dejaría que me pasase nada, pero no la puedo culpar.

Ella no tiene culpa de que una loca me deje hecha polvo.

Si quiere guerra, la tendrá.

¿Por qué he cambiado tanto en tan poco tiempo? Desde que se fue mi madre todo se ha puesto boca arriba, antes no me quería acercar ni a una mariposa y ahora quiero venganza por lo que me ha hecho Bárbara. Antes no quería estar cerca de un chico y ahora me siento cómoda con ellos. ¿Desde cuando me he querido meter en problemas? La verdad, no lo se, pero mi carácter ha cambiado completamente y ahora si que van a ver a la nueva Valeria.

-¡Valeria! ¿pero qué te ha pasado?-grita Alicia desde la puerta y se acerca corriendo hacia mi.

Se lo cuento todo y se pone roja de la furia.

-¡La voy a estrujar como un mocho y después me comeré sus orejas!-grita enfadada y me río.

-Primero, no vamos a matarla y segundo, ¿por qué te ibas a comer sus orejas?-digo entre risas pero rápidamente me toco la parte dolida y me retuerzo del dolor.

-Porque es lo mas bonito que tiene, supongo-coge aire para respirar-¿estás bien? ¿llamo a algún médico?

-No, solo quiero irme a casa y descansar todo lo que pueda.

-De acuerdo, yo también me quiero ir a mi casa-dice algo cansada.

-¡Y hambre! ¡Nutella!-grito y se sobresalta.

-Tu como siempre, tan inesperada-nos reímos.

....

Me encuentro tumbada boca arriba en mi cama e intento dormir pero me es imposible.

No se me ocurre nada que hacer, decido levantarme y bajar a por algo de comer.

Me han puesto una venda en las costillas y no puedo agacharme.

Bajo las escaleras lentamente, abro la nevera y no me apetece nada de ahí así que, se me ocurre la maravillosa idea de ir a comer por ahí, sola, como no.

Cuando menos lo esperas... ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora