Cuando menos lo esperas... ©

Capítulo 6: "¿Tú también lo sientes?"

Valeria P.O.V

Mientras andaba por la ciudad, se me antoja tomar un helado y justo en frente hay una heladería.

Entro y me siento en una de las mesas a esperar a que viniese alguien.

Se acerca una chica realmente guapa, con los ojos verdes, pelo negro, muy alta y vestida de negro.

-Buenos días, ¿qué desea?-me pregunta amablemente.

-Un helado de chocolate...con oreo si tienéis.

-Claro, no hay problema, ahora te lo preparo-me dice sonriendo de oreja a oreja.

Cuando creo que ya se a ido, se acerca a mi medio corriendo.

-A por cierto, eres guapísima, creo que conoces a mi hermano.

-Tu más y no lo se, ¿como se llama?-le pregunto roja como un tomate.

-Carlos.

¡¿QUÉ?! ¿DESDE CUANDO TIENE UNA HERMANA?

-A pues la verdad es que si... Vivo en vuestra casa porque mi madre se ha ido a Francia a trabajar un año-se queda asombrada, creo que no se lo esperaba- ¿qué pasa?-le pregunto

-Nada, que no tenía ni idea, yo ya no vivo allí ya que soy mayor de edad y estoy vivendo con mi mejor amiga a dos calles de aquí.

-Ah, que bien, yo soy Valeria y ¿tu?-le ofrezco la mano.

-Perdón, no me había presentado, soy Alba-me estrecha la mano.

Seguimos hablando un rato pero la llaman para seguir trabajando, me despido y salgo de la heladería toda contenta.

¡Me ha dicho guapa! la verdad es que no me lo dice casi nadie, por no decir nadie.

Por dios, levo brackets y tengo una sonrisa horrible, pero me los van a quitar la semana que viene...¡LA SEMANA QUE VIENE! no me acordaba. Esta vez tendré que ir sin mi madre.

Sin darme cuenta ya veo "mi casa" y ya son las 17:00.

Llamo a la puerta y me abre Marta.

-Toma-me dice dándome una llave.

-¿Es de la casa?-pregunto.

-Sí-dice cortante.

-Gracias.

Agacho la cabeza y subo las escaleras.

-¿Qué le has hecho a mi hijo?-me sobresalto, me giro rápidamente y observo a Marta mirandome.

-Nada, ¿por?-le pregunto frunciendo el ceño.

-Esta mañana se ha ido bastante enfadado y no ha querido desayunar, ¿lo has escuchado cantar?

-Cuando había subido a por la bolsa me acerqué a la puerta, y realmente canta maravilloso-le digo nerviosa tocándome el pelo.

-Ya lo se, pero le da vergüenza, tenemos que hacer algo para que haga un concierto o algo, para que la gente vea el talento que tiene Carlos-me dice.

-Tengo una idea ¿Cuándo es su cumpleaños?-le pregunto esperanzada.

-Dentro de 3 semanas ¿por qué?-¡BIEN!

-Perfecto, porque, verás, yo también canto y la verdad, no nos llevamos nada bien y si tengo que vivir un año con él, digo, vosotros-me corrijo- a lo mejor, podría cantarle algo y así se animará ¿no?.

-Buena idea, pero que sepas que Carlos siempre lo celebra con sus amigos...

-No me da vergüenza-le corto.