Agacho la cabeza y me muerdo en labio inferior.
Me acaricia la mejilla cariñosamente y le miro.
--¿Hacemos la pizza? Estarán hambrientos--dice riendo y le sonrío tristemente.
Empezamos a sacar los ingredientes y los añadimos a la masa.
Le miro disimuladamente para que no me vea pero me sale mal y me mira gracioso.
--¿Qué somos?--susurro para mis adentros.
--¿Perdona?
--Nada, nada--digo rápidamente.
Se forma un silencio incómodo y yo lo intento relajar tarareando alguna candión. Sin éxito.
--Ahora me lo dices--dice y cruza sus brazos.
Suspiro y le miro.
--¿Qué somos?
--¿Qué quieres decir con eso?--pregunta curioso.
--¿Para ti, lo que tenemos te parece un juego de niños?--pregunto directamente lo que hace que él piense.
--No tenemos nada--dice seco.
¿En serio? Esto duele tanto como una puñalada en el pecho. Tengo ganas de llorar y no le voy a dar ese gusto. Estoy muy enfadada.
Me doy la vuelta, meto la pizza en el horno y me dirigo a la puerta sin decir palabra alguna.
Antes de salir me paro de repente y le miro.
--Que sepas que me has hecho daño--digo sin tartamudear.
--Valeria...
Se acerca a mi poco a poco y le hago una señal para que no siga.
--No, cállate, ahora la que va a hablar soy yo--me cruzo de brazos.--¿Te crees que puedes tratarme así? Soy una persona con sentimientos como tu o como cualquier persona normal. ¿Qué no tenemos nada? Hace unos días me dijiste que me amabas y ahora así por así cambias de opinión como si nada. Se acabó. Encontraré a un chico que me respete y me quiera de verdad, no como tú.
Sin haberme dado cuenta cae una lágrima por mi rostro y la quito rápidamente.
Se acerca aún más e intento pararle con mi mano en su pecho.
Carlos P.O.V
¿Soy tonto? Obvio que sí.
Veo como tiene los ojos llorosos y me acerco a ella pero me para con su mano.
--Yo...--empiezo a decir--Me gustas Valeria y mucho.
--Pues no lo parece--se sorbe los mocos.
No se que decir.
--Emm...
--No te esfuerces, déjalo--dice y sale por la puerta.
Pego una patada a la pared y se raja.
Muy bien, Carlos, lo vas mejorando--dice irónico mi subconsciente.
Veo que la pizza ya está lista y la saco del horno.
Llevo nuestra cena al comedor y la dejo en la mesa.
--¡Que hambre!--Dice Alex entusiasmado.
Alicia me mira preocupada y se acerca a mi.
--¿Que le has hecho a Valeria?--pregunta furiosa--. La he visto subir las escaleras llorando.
--Nada. Soy tonto.
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Cuando menos lo esperas... ©
Teen Fiction¿Que pasaría si tu madre se va TODO un año a Francia y te quedas a vivir con el vecino de al lado? Valeria se queda sin madre durante un tiempo y esta muy enfadada, pero cuando se de cuenta de quien esta en la casa del vecino cambiará de idea comple...