Cuando menos lo esperas... ©

Capítulo 11: "Ya se que me odias"

6:30 AM

Otra vez la misma rutina de siempre, levantarse, ducharse y vestirse.

Hoy no me apetece nada de nada vestirme, pero hay que hacerlo si no quiero ir en pijama a clase.

Me pongo una camisa blanca arremangada, unos shorts azules con un cinturon ancho y pelo suelto pero con una corona de flores. Hoy estoy feliz.

Me preparo la mochila y bajo con el skate en la mano. Llego a la cocina y está Carlos.

—Buenos días-le saludo.

—Igualmente-me dice pero no se gira. No le sigo hablando y me drijo a la nevera a por leche.-¿qué te has puesto en la cabeza?-pregunta y me mira.

—Una corona de flores ¿pasa algo?- nos miramos fijamente y nos quedamos en silencio un rato. Que ojos más bonitos...

—No, nada, que estás muy guapa, quiero decir, que... te queda muy bien-quita la mirada y noto que me arden las mejillas.

—Gracias-le regalo una sonrisa pero no me ve.

Cojo 4 magdalenas con pepitas de chocolate y me las zampo en cinco minutos.

—¿Eres un extraterrestre?-me pregunta Carlos riendose.

—No, sólo tengo hambre-me río con él y alguien toca la puerta, nos giramos a la vez y veo a Marta sonriendo.

—Hola chicos, ¿qué tal habéis dormido?-me mira- ¡Valeria! que bien te queda esa corona de flores-me dice y le doy un gracias.

—Bien-dice Carlos.- me voy ya, adiós mamá-le da un beso en la mejilla.

Le tengo que hacer la pregunta antes de que se vaya Valeria, corre, dilo ya

—¿Puedo acompañarte?-le pregunto y Marta se queda con la boca abierta, igual que él.

—Emmm... claro ¿por qué no?-me mira y me hace un gesto con la cabeza.

Me levanto de la silla, me pongo en la espalda la mochila y con la mano el skate.

—¡Espera!-le grito y se gira lentamente.

—Date prisa-me dice seco.

Salimos de la casa y me pongo frente a él.

—¿Qué te pasa conmigo?-le toco el pecho y se para.

—No me pasa nada, por favor quitate-me coje la mano y me la quita.

 —Estas amargado-me cruzo de brazos y sonrío.

—Eres... ¡pff! insoportable-me dice y se le forma sin querer media sonrisa.

—Y tu eres... eso-le miro de arriba y abajo.

—¿Eso? Ya se que soy guapo, nena-me guiña el ojo.

Se da la vuelta y me abalanzo encima de él, nos caemos al suelo y me río.

—A ver si así se te deforma la cara y te quedas más feo-le digo entre carcajadas.

—Eres un monstruo, estás loca-intenta no reírse pero le sale mal.

—Va cara de huevo, que llegamos tarde-me levanto y me mira raro.

—¿Cara de huevo?-pregunta y me quita mi corona de flores.

—¡Devuelveme eso!-le grito, tiro de él pero no cede y se acerca a mi, pone sus manos en mi cadera, se acerca poco a poco.

—Tengo cara de huevo pero me besarías, ummm... interesante-se separa de mi y suelta una risita.

—No te besaría ni loca, además, besas fatal cara huevo-le reprendo, subo al skate y salgo pitando.