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Cap.32 Vuelta a empezar

Cap.32 Vuelta a empezar

Fernanda

De verdad que me había sorprendido aquella pregunta que me hizo.

Con lo nerviosa que me puse, cogí el vaso de zumo que había pedido y comencé a beber. Podría haberme atragantado, por lo rápido que bebía. Pero eso, no me importaba ni lo más mínimo.

-No, no tengo.- dije al fin.

Vi que dio un suspiro y luego me sonrió.

-Que bueno.- lo miré sorprendida por lo que había dicho.- Digo que .. - no le dejé terminar, aunque me estaría agradeciendo por haberlo salvado de tal apuro.

-Por lo visto no estoy echa para el amor.- dijo al comenzar a comer.

-¿Por qué lo dices?- dijo al interesarse algo por mi.

-Las dos veces que me enamoré, no sirvió para nada.

Dije al recordar la mierda de relación que tuve con los dos. Y si os preguntais de quien estaba hablando, eran Kevin y Edu.

Kevin fue mi primer amor, un asco. Y Edu mi segundo amor, en vez de un asco, una mierda. Y si lo digo, es porque es la pura verdad. Después de dejar a Kevin, solo me liaba con algun que otro tío, pero hasta allí, no volví a enamorarme. Hasta que llegó Edu, pero es que, no funcionó.

-Es porque no encontraste al adecuado.- lo miré al escuchar eso.

-Puede ser.- y volví a poner mi mirada a mi comida.- ¿Te patece hoy ir de fiesta?- dije al cambiar de tema, quería divertirme.

Aunque recuerdo perfectamente la última vez que dije eso, terminé mal. Pero esta vez, sería diferente. Lo sé.

Él se me quedó mirando como si tuviera monos en la cara.

-¿Y?- insistí.

-No sé, no soy mucho de fiestas.- lo miré con mala gana.

-Venga, por esta vez.- intenté convencerle.

Por lo menos lo conseguí.

Ahora mismo me estaba vistiendo para salir de fiesta con Paul. Estuvimos toda la mañana juntos, y parte de la tarde también. En realidad era un buen chaval. Y yo que pensaba que me haría de todo. Pero al tema.

Me decidí por un vestido rojo y corto. Con mangas largas y unos tacones altos del mismo color. Para ser exacta, me gustaba el rojo. Y para ir en conjunto, me puse pintalabios rojo. Soy una exajerada, lo sé. Pero me veía espectacular.

Me hice una trenza mal echa de lado y me puse algo más de maquillaje. Nada más terminar de arreglarme, tocaron al timbre.

-Voy.- dije al dirigirme hacia la puerta.

Al abrir la puerta se me quedó mirando. Creo que se le iba a salir la baba y todo. Pero como me encantaba que a los chicos se le quedara la cara de tonto al verme, solo sonreí. Y encima no me quejo. Porque todos los que se fijan en mi, no están nada mal...

-Ya estoy lista, podemos ir.- dije al cerrar la puerta tras mia.

-No se como me pudiste convencer.- dijo entre chillidos al entrar en el club.

La música a tope, me sentía tan bien en estos momentos. Gente bailando por nuestro alrededor y yo disfrutando de la compañia.

-No te quejes tanto, verás lo bien que nos lo pasaremos.- le dije cerca del oído. Y luego le di una de mis mejores sonrisas. A la que de respuesta conseguí una de las suyas.