Cap.26 Paralizada por un beso

2.3K 70 2
                                    

Cap.26 Paralizada por un beso

Marcos

Nada más escuchar su voz, saber que era ella. Miré de mala gana a Kevin. Y fui corriendo hacia donde se encontraba. Justo cuando entré la vi. Estaba tirada en el suelo. Su labio inferior sangraba y tenia la marca de una mano en la  mejilla. Observé que estaba mal, se podía decir que detrás de la ropa que llevaba había miles de heridas y moratones.

Me acerqué lo más rápido a ella y la abracé.

Noté todo. Todo lo que sentía por ella desde que eramos tan solo unos críos. Unos críos que se iban de un sitio a otro, juntos, pero solo como amigos. Solo eso. Y luego enterrarte que tu mejor amigo es el novio de la chica que te gusta. Fue difícil. Complicado. Tenia que hacer cualquier cosa para que no se notara nada de lo que sentía dentro de mi. Pero nada más saber que me tenía que ir de la ciudad se lo quería contar.

Pero lo que no tenía planeado, era que me iba a doler. Puede que le haya dicho lo que sentía, pero tenia vergüenza. Entonces me fui lo más rápido de su lado al decirle la verdad.

No supe nada más de ella, hasta que Kevin me contó meses después lo que había pasado entre ellos.

Y dentro de unos años decidí volver. Me encontré con Kevin y luego con ella por casualidad. Y no pensé que todavía sentía algo por ella.

Pero ahora, verla así. Pude sentir que estaba muerto de amor por ella. La chica que me robó el corazón hace unos años. Me seguía importando.

Fernanda

Notar su abrazo, me relajó. Se puede decir que tenerlo cerca mio en estos momentos, me daba tranquilidad, paz. Y no dejaría que Kevin me siguiera maltradando. Aunque se que no iba a hacer nada más malo por mi.

-¿Qué le has echo, imbécil?- dijo de repente cabreado y refiriéndose a Kevin.

-Nada.- fue lo único que dijo Kevin, entonces Marcos se despegó de mi y fue hacia él.

-¿Nada? ¿Y te crees que esto es nada?- dijo señalándome. Yo estaba confusa, sin saber que hacer.

Quería levantarme y correr. Pero no podía. No tenía fuerza para eso.

-Marcos, sacame de aquí. Por favor.- el me miró y luego miró a Kevin.

Después se acercó a mi y me cogió en brazos. Como cuando los príncipes cogen a las princesas en los cuentos o películas disney. Pero esto no era ni un cuento ni una película.

-De aquí no podéis salir. Lo siento.- dijo de repente Kevin y cerró la puerta. Se pudo escuchar como nos encerraba con llave.

-¡¡ABRE LA PUÑETERA PUERTA, KEVIN!!- chilló Marcos y todavía sujetandome en brazos.

Pero no había manera. No nos pensaba abrir esa puerta, por nada del mundo.

Marcos me dejó otra vez en el suelo e intentó que abriera la puerta, pero nada. Entonces se acercó a mi y cogió el alcohol y algodón que Kevin había dejado antes para curarme.

-¿Explicame que pasó?- habló al fin.

-Nada, no pasó nada. Y no quiero hablar de esto, solo quiero salir de aquí. Ya no aguanto, me duele todo. Es....- dije sin parar de hablar, estaba nerviosa, asustada, ya no sabía que hacer. Solo estaba aquí unas pocas horas, pero me sentía mal.

-Tranquila, dejalo. Vamos a salir de aquí, pero antes deja que te cure las heridas.

Le hice caso y me tranquilicé un poco, pero no del todo.

Vuelta a Empezar (Editando..) © ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora