La pequeña Salvatore

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1 de octubre de 1999, Bélgica

Querida madre,

Aunque han pasado varios años desde que nos vimos por última vez, quiero que sepas que siempre te he llevado en mi corazón y que no he dejado de recordar los momentos que pasamos juntas. He pensado en ti a menudo y me he preguntado cómo estás y qué has hecho durante todo este tiempo.

Aunque nuestra separación pueda haber sido difícil, quiero que sepas que te perdono por haberme vendido a la familia Davis y que no guardo ningún resentimiento hacia ti. Sé que las cosas no siempre salen como uno quiere en la vida, pero espero que tú también puedas perdonarme si te he causado algún dolor.

Me gustaría que pudiéramos hablar y ponernos al día. Me encantaría saber todo lo que has vivido y compartir contigo mis experiencias también. Espero que podamos superar nuestras diferencias y comenzar a construir una relación amorosa y sólida.

Hoy es mi cumpleaños número diez, estoy tan triste por no estar contigo y mi hermano Alex, aún no entiendo porque me separaste de mi hermano, estos seis años he estado pensando mucho en lo que pasó, me gustaría saber cuál era el motivo, ¿por qué me vendiste? ¿te causaba algún problema? ¿hice algo que no te pareció?

Quisiera saber como esta mi hermanito, ¿podrías dejarme hablar hablar con él?, creo que tal vez ese podría ser mi regalo de cumpleaños.

Tampoco quiero causarte problemas. Espero que algún día respondas alguna de mis cartas, tan solo una.

Te quiero mucho, y espero que podamos reunirnos pronto.

Con cariño,
Lilith

Leía atentamente la carta que sostenía entre mis manos, recuerdo a una Emma de diez años escribiendola en el baño a escondidas, recuerdo lo emocionada que me sentía cuando escribía esas cartas. Pero siempre tenía que escribirlas en privado, si mamá se hubiera enterado me hubiera soltado una bofetada y no sé, tal vez hubiera terminado en la calle a los diez años.

Michelle se acercó a mi, al ver la carta sobre mis manos sonrió con nostalgia, como si estuviera recordando algo.

-Recuerdo cuando encontré una de tus cartas. -Sonrió.

Ese comentario me tomó por sorpresa.

-¿Sabías que le escribía? -Pregunte, ella asintió.

-Jamás dije nada por miedo a lo que te hucieran, te odiaba, pero no tanto como para acusarte con mamá por eso. -Sentí su mano en mi hombro- Quien sabe como hubieras acabado si yo te hubiera acusado.

-Probablemente en la calle. -Me reí

-Ya me canse. -Escuchamos a Jackson quejarse

-Mi amor, ¿quieres que te suba a mis hombros? -Pregunto Kol, todos tratamos de no soltar una carcajada.

Jackson lo miro con el ceño fruncido y nego rápidamente.

-No soy tu amor. -Dice alejándose un poco del pálido, todos se quedaron en silencio- Ya me incomode.

Me empecé a reír abiertamente, sentí la mirada de todos, me silencie en seguida.

-Ma fille, ¿estás segura de que esta es la dirección? -Me pregunta Elijah con un tono dulce, siento la palma de su mano en la parte baja de mi espalda.