La pequeña Salvatore

11

Chicago

—Bienvenidos a Chicago —Dice klaus estacionando el auto

—¿Que estamos haciendo aquí? —Pregunta Stefan bajando del auto, klaus me ayuda a bajar

—No soy una niña chiquita, se bajar sola —Dije rodando los ojos

—Se lo mucho que te gustó este lugar, Stefan —Dice ignorando lo que dije, abre una puerta— ¿Puedes recordar tus días de destripador?

—Olvide gran parte, mucha sangre y fiestas, los detalles son pocos —Aprieta los labios

—Eso si que es una gran pena, los detalles lo hacen leyenda. Se dice que el Destripador de Monterrey se sintió solo y escapo a la cuidad, todo era ilegal y eso hacia que todo fuera divertido. —dice, suspire cansada— Chicago es mágico..

—Si, voy a creerte —Dice Stefan sarcástico, me toma de la mano caminamos unos cuantos pasos— ¿Por qué sigo contigo?, Ya nos divertimos, tus híbridos fallaron ¿No quieres vivir en paz?

Se recarga en unas cajas cruzandose de brazos, Klaus se acerca a el

—Iremos a ver a mi bruja favorita.. —Me da una mirada rápida y sonríe al ver que revolotee los ojos— Si alguien puede ayudarnos con este gran problema, es ella.

—Quiero irme —Dije de la nada, ellos me miraron

—¿Que? —Dice klaus, lo mire cansada

—Klaus, estoy harta —Resople— ¿Puedo ir a explorar un poco?

—Claro, nada más que.. —Eso fue lo último que escuché ya que me fui a velocidad vampírica

[...]

Entre a una biblioteca, todo estaba en completo silencio, me dirigí al segundo piso y me adentre en los pasillos de libros

—Bien, creo que es mejor terminar.. —Escuche al fondo— No sirves para nada, no se que te ví.

Una chica rubia pasa a mi lado, fruncí el ceño y camine al fondo del pasillo

Mi semblante se suaviso al encontrarme con un chico pelinegro sentado en el piso mientras sostenía un tulipán y un libro

—Lo siento por interrumpir, ¿Te encuentras bien? —Me atreví a preguntar, me acerque a el lentamente

Levanto la cabeza y me miró con esos ojos azules llenos de lágrimas, me dió una leve sonrisa

—Estoy bien. —Responde

—¿Puedo sentarme contigo? —Pregunte, el dudo un poco pero después asintió, me senté a su lado— ¿Necesitas algo?

—No, gracias. —Me mira, tenía unas grandes ojeras, sus ojos estaban rojos

—¿Que fue lo que pasó? —Pregunte— Si no quieres decirlo está bien, no quiero incomodarte.

—Mi novia y yo cumplimos tres meses de noviazgo, de obsequio le quería dar un libro y un tulipán.. —Su voz se quebró— Ella se enojo porque no le había regalado joyas y decidió ponerle fin a lo nuestro.

—Maldita perra —Abrí la boca ofendida, el me miró con diversión— Perdóname, no debí decir eso.

—No te preocupes, tienes razón —Dice cabizbajo, mire el libro que tenía en la mano

—¿De que es el libro? —Pregunte, una sonrisa se formó en su rostro

—Romance —Responde— Es mi libro favorito, se llama "Antes de Diciembre", cómo sea.. a nadie le gusta