Capitulo 53

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- ¿Por qué no Claudio? - alargué con tristeza.

- Emi a mí no me gustan esas cosas - dijo con fastidio.

- Pero...

- Si quieres ve tú, ya te lo dije - pasó su brazo sobre mis hombros pero me hice a un lado.

-Yo sí entré a jugar cuando me lo pediste - le recordé cuando jugamos gotcha y rodó los ojos - Incluso tardé ¡HORAS! sacando la pintura de mi cabello. - me puse de pie - Eres injusto. - le dije antes de caminar a la cocina.

Donde estaban Mariana y Pablo.

- Emilia es diferente... - me siguió
hablando pero lo ignoré.
-¿En qué es diferente?
-¿Están enojados? - preguntó Mariana tiernamente.
- No Mariana... - le dije y también volteé a ver a Pablo - Estoy triste - me senté junto con ellos y él sólo me miraba con cara de "No lo lograrás", pero claro que lo lograría.

- ¿Por qué estás triste? - preguntaron ambos preocupados.
- Porque habrá un baile y yo tengo mi lindo vestido, mis zapatos y todo miré hacia abajo -...Y Clau no quiere ir - hice un puchero curvando mi labio inferior hacia afuera - Dice que vaya sola y yo solo quiero ir con él - Claudio soltó una carcajada.

- Eres una dramática - me puse de pie y di un beso en las mejillas de ambos niños quienes miraban a Claudio diciéndole "llévala" me detuve frente a él.

- No sabes cuánto esperé este baile - era verdad - Pero sin ti no iría - me puse en las puntas de los pies para poder dar un beso rápido en sus rosados labios.

Claudio rió ante los "Ew" de ambos niños. Corrí escaleras arriba llegando hasta la que era mi habitación. Estaba triste, Me lancé en la cama. En solo dos días seria el increíble baile temático. A lo "Montecarlo" incluso desde antes de que León hubiera terminado conmigo yo ya tenía el vestido preparado.

E imaginarme a Claudio con su smoking impecable, con sus cabellos completamente bajo control, me hacía desanimarme aún más.

- Emilia - me sacó de mis pensamientos cuando golpeó la puerta.

- ¡No hay nadie! - contesté y la puerta se abrió dejándome ver a Claudio recargado sobre el marco de la puerta. Me sonrió y me gire dándole la espalda indicándole que no quería verlo.
- No estés enojada - sentí su mano recorrer mi silueta
- No lo estoy - me giré hacia él
-¿Segura? - se acostó a mi lado.
- Segura - afirmé y me abrazó.
- Perfecto - dio un beso en mi mejilla y se puso de pie - Una pregunta - me señaló y solo levanté mi mirada hacia el - ¿Dónde puedo conseguir un smoking para dentro de dos días? - mi rostro se iluminó y luego cambió de nuevo a seriedad.
- No te burles de mí, si... - le dije ahora si molesta
- No - rió - Es que tengo una caprichosa en casa y la llevaré a un baile muy importante para ella - una vez más sonreí de oreja a oreja.
- Gracias Clau - grité poniéndome de pie y corriendo a sus brazos.

- Solo dos condiciones - mordió su labio inferior.
-¿Cuál? - pregunté divertida.
- No bailo - me miró fijamente y solté una carcajada.
- Está bien... - no me quedaba de otra. - Y solo si vienes a dormir conmigo - mi estómago se retorció al igual que mi corazón, qué más quisiera yo.

- ¿Pero tus hermanos?

- Ya están en sus habitaciones, además solo dormiremos - me tomó por la cintura - también podemos platicar - la sensualidad de su voz me derretía - O te puedo abrazar... Te puedo besar - su respiración vagaba por mi cuello erizándome la piel por completo. Y al sentir sus húmedos besos por mi cuello un leve gemido se escapó de mis labios - Te gusta la idea... No me mientas, no te resistas - ¿Por qué era tan cruel? ¡Soy humana Claudio no lo olvides!

Me, myself & I (Claumilia)Where stories live. Discover now